La
Organización Mundial de la Salud (OMS), destacó el Día Mundial de la Pematuridad
2019, bajo el tema global “Nacido demasiado pronto: brindando la atención
adecuada, en el momento adecuado, en el lugar correcto”. Se busca
crear conciencia sobre los desafíos
y la carga del parto prematuro a nivel mundial.
Se considera un nacimiento prematuro a todo niño que
nace antes de completar 37 semanas de gestación. Debido a que nacen muy pronto,
pueden presentar dificultades en el momento de su nacimiento como también en
sus primeras semanas de vida, ya que sus órganos no tuvieron el tiempo suficiente
para madurar y desarrollar su función para adaptarse a la vida extrauterina.
Esto conlleva a un alto riesgo de desarrollar
alteraciones en el neurodesarrollo, así como secuelas respiratorias crónicas
(Displasia Broncopulmonar). Una de las preocupaciones principales de la
comunidad médica y padres de familia que atienden estos niños, es el virus
sincitial respiratorio (VSR), que es el responsable en nuestro país del 70% de
los casos de Bronquiolitis. Este virus constituye una grave amenaza para
este grupo de alto riesgo como lo son los bebés muy prematuros y es el agente
viral más frecuente que causa graves infecciones agudas de las vías
respiratorias inferiores (ITRI). Aproximadamente 1-3% de los casos de
bronquiolitis requiere hospitalización y la mortalidad oscila entre 0,2 y 1% de
los ingresos hospitalares.
La infección primaria ocurre generalmente durante los
primeros 2 años de vida, especialmente en el inicio de la temporada del VSR que
en nuestro país se extiende en la época lluviosa del mes de mayo a diciembre.
En un metaanálisis realizado sobre la epidemiología del VSR en América Latina,
a los 2 años de edad, alrededor del 95% de los niños han sido infectados con el
virus y el porcentaje de causalidad por este padecimiento en recién nacidos
hospitalizados fue del 40,9%. En dicho análisis se evidencia que la enfermedad
puede ser más prolongada y severa en lactantes con comorbilidades
significativas (cardiopatías y enfermedad pulmonar crónica) así como en los
recién nacidos extremadamente prematuros.
La prevención del virus sincitial respiratorio puede
lograrse con algunas simples medidas como lavarse las manos frecuentemente con
agua y jabón frotándolas durante por lo menos 20 segundos; usar mascarillas y
limitar la exposición de su bebé a aglomeraciones, a otros niños de edad
escolar y personas resfriadas. También eliminando los gérmenes desinfectando
los objetos y superficies de su hogar.
La lactancia materna es de vital importancia. Está
demostrado que la leche materna provee seguridad incrementando la inmunidad en
estos niños y reduciendo el riesgo de padecer infecciones respiratorias, así
como su gravedad. Se ha recomendado en algunos casos inmunizar durante la
temporada de VSR a los bebes prematuros de alto riesgo con los anticuerpos específicos
contra el VSR y asi evitar la enfermedad y las hospitalizaciones.
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