Chupito de Alubia Pinta acompañando al hermoso Sisquella |
Recientemente, Concepción
y yo fuimos invitados por H. Tzanetatos, Inc., a través de su Sommelier y
Gerente, Valérie Montulé, a la magnífica degustación de los vinos de Clos
Pons. H. Tzanetatos distribuye y
representa a Clos Pons en Panamá; empresa de la familia Pons que produce vinos
autóctonos de una joven Denominación de Origen en Cataluña llamada Costers Del
Segre. El solemne lanzamiento tuvo lugar
en el Gastrobar del prestigioso restaurante El Bodegón, y fue conducido por
Simbad Romero, joven Enólogo de Clos Pons.
El portafolio de vinos de
Clos Pons es diverso y fantástico. Sus
uvas provienen de su magnífica propiedad ubicada en la comarca de Las Garriguas
(Les Garriges), en la Provincia de Lleida.
En su hermoso paisaje se destacan los olivos y almendros, y se
caracteriza el terreno seco. La empresa
de los Pons tradicionalmente se ha dedicado al cultivo del olivo, y la
producción de aceites de primera calidad.
Bajo condiciones muy ideales para el cultivo de las vides, Clos Pons
cultiva los varietales blancos: Garnacha Blanca, Albariño, Moscatel de Alejandría, y Macabeo. Sus uvas tintas son la Tempranillo, la
Garnacha Negra, la Syrah, la Cabernet Sauvignon, y la Marcelán.
Esa noche del 25 de Marzo se
nos ofreció la oportunidad de probar tres de sus cinco vinos. Muy finamente atendidos por El Bodegón, el
restaurante abrió la oferta gastronómica al servir un Chupito de Alubia Pinta,
a la vez de su delicioso pan gallego para degustar tres diferentes aceites de
oliva, de la casa Pons. Luego vino el esperado primer vino de la
noche; el 2011 Sisquella, Costers del Segre, que fue servido junto con dos
porciones de Langostino en Gabardina con su Tártara (la gabardina es un
empanizado especialmente preparado con cerveza belga).
El Sisquella es un corte
logrado con Garnacha Blanca, Albariño y Moscatel de Alejandría. La calidad de este vino brilla por sí sola,
toda vez que la vendimia de estas uvas es manual, y utilizando cajas de 15 Kg
para proteger la integridad de las uvas cosechadas. La fermentación y crianza de la Garnacha
Blanca (componente principal del corte) toma lugar en barricas nuevas de roble
francés, durante 4 meses, con battonage cada 15 días. El vino servido es de un color amarillo paja,
de mediana intensidad, muy límpido y brillante, y borde dorado.
Presenta un buqué complejo y muy interesante, ofreciendo sensaciones
exóticas a latex fresco y hermoso perfume floral. Su desempeño en boca es fenomenal, de un
cuerpo completo, textura sedosa, y un paso largo y complejo. La estructura larga de la Garnacha Blanca se
ve hermosamente acentuada y extendida por la acidez que aporta la Albariño, y
luego un "flare" que infusiona más su final, gracias a la Moscatel de
Alejandría. Toda esa estructura se ve
proporcional y harmónicamente adornada por un arreglo interesante y elegante de
sabores a frutas ligeramente cítricas y tropicales, y suaves notas a
especias. Este vino obtuvo 90 puntos por
el crítico Robert Parker; yo le daría uno más.
Realmente me deleitó e impresionó.
Tosta de Foie, Manzana, Piña y Manchego |
Tras la intervención
explicativa del enólogo sobre el diseño y propósito del Sisquella, más un
periodo de degustación contemplativa, se presentó el segundo vino de la noche;
el 2009 Alges, Costers del Segre. El
Bodegón acompañó el vino con una Tosta de Foie, Manzana, Piña, y Queso
Manchego, en presentación muy artística y vistosa, y sustentada por el Chef.
Alges es un vino que
recibe el mismo manejo meticuloso que el Sisquella, solo que su crianza
consiste de 10 meses en barricas de roble nuevas, de 1er y 2do año, 80% francesas
y 20% americanas. El corte en este vino
consiste en Tempranillo, Garnacha, y Syrah.
Su creador expresa su satisfacción ante un vino que muestra muy buena
expresión de terruño y viticultura de Les Garrigues. En efecto, este vino es muy expresivo tanto
en nariz como en boca, demostrando su excelente calidad de fruta, y el
excelente manejo y diseño por parte del enólogo. Buena potencia y longitud por parte de la
garnacha, pero su dimensión se ve además expresada a lo ancho del paladar, con
bella acidez y múltiples recursos, tanto minerales como frutales. Es voluptuoso y sensual, además de
elegantemente viscoso y de taninos masticables.
Este vino recibió 89 puntos Robert Parker; yo le daría uno más.
Muy agradablemente, el
enólogo, Don Simbad nos ofreció una sobremesa musical, dado que es un excelente
interprete y cantante de los ritmos flamencos en guitarra. La noche continuó con la presentación del
2009 Roc-nu, Costers del Segre. El Chef
de El Bodegón acompañó el vino con Solomillo con Salsa de Carne, Romescu, y
Aserrín de Patata.
El asunto se va poniendo
mejor y mejor, toda vez que el Roc-nu es un ensamblaje logrado con los
varietales Tempranillo, Garnacha, y Cabernet Sauvignon. Su crianza, más larga que en los vinos
anteriores, es de 14 meses en roble francés.
Es un coupage poderoso y sedoso al mismo tiempo, de grandes dimensiones
e importantes recursos, tanto en nariz como en su paso seductor por boca. Es un vino más enfocado que el Alges; sin
embargo, con desarrollo muy impresionante y abundantes sabores a bayas
silvestres, frutos oscuros; notas finales a suave tabaco. Muchos recursos en este vino; importante
expresividad, y consecuente habilidad para manejar un plato como el ofrecido
esa noche. Este vino ostenta 91 puntos
Parker.
La noche culminó con otra intervención
musical por parte del amable enólogo, mientras
que los comensales empezaron a despedirse y a salir del recinto, cada uno con
una gran sonrisa de satisfacción reflejada en sus rostros. Pocos decidimos pasar un rato más,
acompañando a Don Simbad, y nutriéndonos de sus acordes de guitarra y su
interesante conversación, cuando de repente nuestros anfitriones de H.
Tzanetatos decidieron ofrecernos la gran sorpresa de la noche.
Serie 800 de Clos Pons es
una edición sumamente limitada, de solamente 800 botellas por añada. Es un monovarietal de la cepa Marcelán,
añejado en barricas de roble francés nuevo, por 18 meses. Marcelán es un cruce entre la Cabernet Sauvignon y la Garnacha, logrado en Francia en 1961. Es una vid muy robusta y resistente a los
diferentes elementos, y que consigue gran extracción del suelo. Sumado a esto, las parcelas elevadas de Clos
Pons, cortadas en terrazas, ofrecen gran aporte mineral, contacto balanceado
con el sol y el clima mediterrano continental que contribuyen a una maduración
y una concentración estupenda. El vino
que se nos ofreció fue el 810 Clos Pons, Costers del Segre, correspondiente,
claro está, al año 2010. Es un vino de
gran complejidad y potencia, y excelente concentración de fruta. Es denso y masticable, con hermosa influencia
del roble y el tostado, taninos largos y maduros, notas minerales, balsámicas,
y sabores a grosella y frambuesa, acompañados por una excelente conversión
maloláctica que aporta sabores sutiles a chocoleche. Para mi, personalmente, fue una experiencia
fascinante el haber probado el varietal Marcelán por primera vez, y además un
privilegio inmenso que la Casa Clos Pons haya autorizado al distribuidor el
descorche y servicio de tan escasa y privilegiada botella de vino. Siento que nos enriqueció enormemente, tanto
a mi como a mi esposa.
Son vinos de calidad
excepcional, de una denominación de origen joven y emergente; vinos elaborados
con sentido de familia, y filosofía y vocación de autenticidad y
prestigio. Ahora están en Panamá gracias
al gran importador H. Tzanetatos.
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