sábado, 5 de abril de 2014

Degustando la excelencia de Clos Pons

Chupito de Alubia Pinta acompañando al hermoso Sisquella

Recientemente, Concepción y yo fuimos invitados por H. Tzanetatos, Inc., a través de su Sommelier y Gerente, Valérie Montulé, a la magnífica degustación de los vinos de Clos Pons.  H. Tzanetatos distribuye y representa a Clos Pons en Panamá; empresa de la familia Pons que produce vinos autóctonos de una joven Denominación de Origen en Cataluña llamada Costers Del Segre.  El solemne lanzamiento tuvo lugar en el Gastrobar del prestigioso restaurante El Bodegón, y fue conducido por Simbad Romero, joven Enólogo de Clos Pons. 

El portafolio de vinos de Clos Pons es diverso y fantástico.  Sus uvas provienen de su magnífica propiedad ubicada en la comarca de Las Garriguas (Les Garriges), en la Provincia de Lleida.  En su hermoso paisaje se destacan los olivos y almendros, y se caracteriza el terreno seco.  La empresa de los Pons tradicionalmente se ha dedicado al cultivo del olivo, y la producción de aceites de primera calidad.  Bajo condiciones muy ideales para el cultivo de las vides, Clos Pons cultiva los varietales blancos: Garnacha Blanca, Albariño,  Moscatel de Alejandría, y Macabeo.  Sus uvas tintas son la Tempranillo, la Garnacha Negra, la Syrah, la Cabernet Sauvignon, y la Marcelán. 

Esa noche del 25 de Marzo se nos ofreció la oportunidad de probar tres de sus cinco vinos.  Muy finamente atendidos por El Bodegón, el restaurante abrió la oferta gastronómica al servir un Chupito de Alubia Pinta, a la vez de su delicioso pan gallego para degustar tres diferentes aceites de oliva, de la casa Pons.    Luego vino el esperado primer vino de la noche; el 2011 Sisquella, Costers del Segre, que fue servido junto con dos porciones de Langostino en Gabardina con su Tártara (la gabardina es un empanizado especialmente preparado con cerveza belga). 




El Sisquella es un corte logrado con Garnacha Blanca, Albariño y Moscatel de Alejandría.  La calidad de este vino brilla por sí sola, toda vez que la vendimia de estas uvas es manual, y utilizando cajas de 15 Kg para proteger la integridad de las uvas cosechadas.  La fermentación y crianza de la Garnacha Blanca (componente principal del corte) toma lugar en barricas nuevas de roble francés, durante 4 meses, con battonage cada 15 días.  El vino servido es de un color amarillo paja, de mediana intensidad, muy límpido y brillante, y  borde dorado.  Presenta un buqué complejo y muy interesante, ofreciendo sensaciones exóticas a latex fresco y hermoso perfume floral.  Su desempeño en boca es fenomenal, de un cuerpo completo, textura sedosa, y un paso largo y complejo.  La estructura larga de la Garnacha Blanca se ve hermosamente acentuada y extendida por la acidez que aporta la Albariño, y luego un "flare" que infusiona más su final, gracias a la Moscatel de Alejandría.  Toda esa estructura se ve proporcional y harmónicamente adornada por un arreglo interesante y elegante de sabores a frutas ligeramente cítricas y tropicales, y suaves notas a especias.  Este vino obtuvo 90 puntos por el crítico Robert Parker; yo le daría uno más.  Realmente me deleitó e impresionó.

Tosta de Foie, Manzana, Piña y Manchego




Tras la intervención explicativa del enólogo sobre el diseño y propósito del Sisquella, más un periodo de degustación contemplativa, se presentó el segundo vino de la noche; el 2009 Alges, Costers del Segre.  El Bodegón acompañó el vino con una Tosta de Foie, Manzana, Piña, y Queso Manchego, en presentación muy artística y vistosa, y sustentada por el Chef.










Alges es un vino que recibe el mismo manejo meticuloso que el Sisquella, solo que su crianza consiste de 10 meses en barricas de roble nuevas, de 1er y 2do año, 80% francesas y 20% americanas.  El corte en este vino consiste en Tempranillo, Garnacha, y Syrah.  Su creador expresa su satisfacción ante un vino que muestra muy buena expresión de terruño y viticultura de Les Garrigues.  En efecto, este vino es muy expresivo tanto en nariz como en boca, demostrando su excelente calidad de fruta, y el excelente manejo y diseño por parte del enólogo.  Buena potencia y longitud por parte de la garnacha, pero su dimensión se ve además expresada a lo ancho del paladar, con bella acidez y múltiples recursos, tanto minerales como frutales.  Es voluptuoso y sensual, además de elegantemente viscoso y de taninos masticables.  Este vino recibió 89 puntos Robert Parker; yo le daría uno más.

Muy agradablemente, el enólogo, Don Simbad nos ofreció una sobremesa musical, dado que es un excelente interprete y cantante de los ritmos flamencos en guitarra.  La noche continuó con la presentación del 2009 Roc-nu, Costers del Segre.  El Chef de El Bodegón acompañó el vino con Solomillo con Salsa de Carne, Romescu, y Aserrín de Patata.






El asunto se va poniendo mejor y mejor, toda vez que el Roc-nu es un ensamblaje logrado con los varietales Tempranillo, Garnacha, y Cabernet Sauvignon.  Su crianza, más larga que en los vinos anteriores, es de 14 meses en roble francés.  Es un coupage poderoso y sedoso al mismo tiempo, de grandes dimensiones e importantes recursos, tanto en nariz como en su paso seductor por boca.  Es un vino más enfocado que el Alges; sin embargo, con desarrollo muy impresionante y abundantes sabores a bayas silvestres, frutos oscuros; notas finales a suave tabaco.  Muchos recursos en este vino; importante expresividad, y consecuente habilidad para manejar un plato como el ofrecido esa noche.  Este vino ostenta 91 puntos Parker.

La noche culminó con otra intervención musical por parte del amable enólogo,  mientras que los comensales empezaron a despedirse y a salir del recinto, cada uno con una gran sonrisa de satisfacción reflejada en sus rostros.  Pocos decidimos pasar un rato más, acompañando a Don Simbad, y nutriéndonos de sus acordes de guitarra y su interesante conversación, cuando de repente nuestros anfitriones de H. Tzanetatos decidieron ofrecernos la gran sorpresa de la noche.




Serie 800 de Clos Pons es una edición sumamente limitada, de solamente 800 botellas por añada.  Es un monovarietal de la cepa Marcelán, añejado en barricas de roble francés nuevo, por 18 meses.  Marcelán es un cruce entre la Cabernet Sauvignon y la Garnacha, logrado en Francia en 1961.  Es una vid muy robusta y resistente a los diferentes elementos, y que consigue gran extracción del suelo.  Sumado a esto, las parcelas elevadas de Clos Pons, cortadas en terrazas, ofrecen gran aporte mineral, contacto balanceado con el sol y el clima mediterrano continental que contribuyen a una maduración y una concentración estupenda.  El vino que se nos ofreció fue el 810 Clos Pons, Costers del Segre, correspondiente, claro está, al año 2010.  Es un vino de gran complejidad y potencia, y excelente concentración de fruta.  Es denso y masticable, con hermosa influencia del roble y el tostado, taninos largos y maduros, notas minerales, balsámicas, y sabores a grosella y frambuesa, acompañados por una excelente conversión maloláctica que aporta sabores sutiles a chocoleche.  Para mi, personalmente, fue una experiencia fascinante el haber probado el varietal Marcelán por primera vez, y además un privilegio inmenso que la Casa Clos Pons haya autorizado al distribuidor el descorche y servicio de tan escasa y privilegiada botella de vino.  Siento que nos enriqueció enormemente, tanto a mi como a mi esposa.


Son vinos de calidad excepcional, de una denominación de origen joven y emergente; vinos elaborados con sentido de familia, y filosofía y vocación de autenticidad y prestigio.  Ahora están en Panamá gracias al gran importador H. Tzanetatos.


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