A nivel mundial hay más de 200 millones de personas que tienen problemas
tiroideos,[i] hay mucha gente que no sabe
que padece esa afección[ii], y sin darse cuenta, corren el riesgo de presentar una enfermedad
prolongada o más grave. Además, son pocas las personas que conocen el papel
crítico que juega esta pequeña glándula en el control de nuestras mentes y
cuerpos.
La glándula tiroides es un órgano con forma de
mariposa ubicado por delante de la tráquea, y que produce dos hormonas: tiroxina
(conocida también como T4), y tri-yodotironina (conocida también como T3).[iii]
Estas dos hormonas circulan por el torrente sanguíneo y controlan el
metabolismo, incidiendo virtualmente cada rincón del organismo. ¿Sabía usted que su glándula tiroides le
dice a sus otros órganos la velocidad con que deben funcionar, y cuánto oxígeno
debería consumir el cuerpo, además de regular su temperatura y los niveles de
energía?[iv]
· La mujer presenta un mayor riesgo de
presentar un problema tiroideo en la pubertad, durante el embarazo,
inmediatamente después de dar a luz,[v]
durante la menopausia[vi]
y cuando está deprimida.[vii]
La patología tiroidea es hasta ocho veces más común en las mujeres que en los
hombres.[viii]
Independientemente del género, su riesgo de
sufrir trastornos tiroideos aumenta cuando hay antecedentes familiares de
problemas tiroideos, si tiene una enfermedad inmunológica del tipo de la
diabetes tipo 1 o vitíligo, o si es mayor de 50 años de edad o si ha sido
sometida alguna vez a cirugía tiroidea. Las personas que han recibido
radioterapia o cuyo cuello ha quedado expuesto a rayos x tienen más
probabilidad de padecer un trastorno tiroideo[ix]. La
incidencia de problemas tiroideos también aumenta en los síndromes de Down y de
Turner. En los individuos blancos y asiáticos la frecuencia es tres veces mayor
que en otras poblaciones.
Si la actividad de su tiroides es excesivamente
alta o baja, se modificará todo su metabolismo. Se dice que la tiroides tiene
una disminución de su actividad si la cantidad de hormonas que produce no es
suficiente, provocando un trastorno tiroideo muy común; es la entidad
denominada hipotiroidismo.
El hipotiroidismo, o
una tiroides hipoactiva, es un trastorno muy común de la tiroides[x].
Ocurre cuando la glándula tiroides no produce suficiente hormona tiroidea (T4 y
T3). Esta deficiencia en la producción de las hormonas tiroideas enlentece el
metabolismo corporal, y a menudo hace que los pacientes sientan frío y se
sientan cansados y deprimidos[xi].
Síntomas – Los síntomas más comunes del hipotiroidismo
son cansancio y/o depresión junto con aumento de peso. Sin embargo, existen
otros síntomas como: fatiga/somnolencia,
intolerancia al frío, deterioro de la memoria, aumento de peso aún comiendo de
manera razonable y haciendo ejercicio, frecuencia cardíaca lenta,
estreñimiento, menstruaciones anormales y/o problemas de fertilidad, dolor
articular o muscular, cabello o uñas finos y quebradizos, piel seca, escamosa,
cara, manos, y pies hinchados.
Causas - Entre las muchas causas del hipotiroidismo,
se incluyen:
· La carencia de yodo. La tiroides necesita yodo para producir las hormonas, y la
deficiencia de yodo es la principal causa de hipotiroidismo congénito a nivel
mundial[xii]. La deficiencia de yodo también
produce un agrandamiento de la glándula (bocio).
· Los bebés pueden nacer sin tiroides o con una glándula malformada
(hipotiroidismo congénito).iv
· Tiroiditis autoinmune - cuando el
propio sistema de defensa del organismo (anticuerpos) ataca la tiroidesxiii - es la causa principal de
hipotiroidismo adquirido, una entidad mucho más frecuente que la forma
congénita.
· La extirpación quirúrgica de la
tiroides lleva automáticamente a una disminución de la actividad de la
glándula.xiii
· La exéresis parcial de la glándula o
el tratamiento con yodo radiactivo también pueden llevar al hipotiroidismo.
· La radioterapia de cabeza o cuello
puede dañar la capacidad funcional de la tiroides.xiii
· Algunos medicamentos pueden
desencadenar hipotiroidismo en individuos con una determinada susceptibilidad
genética a la patología tiroidea autoinmune.
¿Se puede curar el
hipotiroidismo? El
hipotiroidismo no se puede curar, pero sí se puede manejar satisfactoriamente
con medicación. En esos casos se usa terapia de reemplazo de tiroides
(levotiroxina) para compensar la hormona tiroidea que el organismo ya no puede
producir de manera natural. El tratamiento es de por vida y se debe continuar
aún cuando los síntomas estén bajo control.
Diagnóstico- Aún cuando el tratamiento para la
enfermedad tiroidea es muy eficaz, hay muchos pacientes todavía no
diagnosticados, y que padecen de la enfermedad porque se han confundido sus
síntomas con otras entidades, tales como depresión, obesidad o menopausia.
Afortunadamente, la enfermedad tiroidea
puede detectarse con un análisis de
sangre sencillo que compruebe los niveles de TSH (hormona estimulante de la
tiroides, también llamada tirotropina) del paciente. Los pacientes saben mejor
que nadie, cuando tienen algún problema de salud. Deben visitar a su médico solicitarle que
controle el funcionamiento de su tiroides. Esto podría significar una detección
más temprana y un alivio más rápido de los síntomas.
Tratamiento- El tratamiento del hipotiroidismo
se hace reemplazando con medicación las hormonas tiroideas que la glándula
produce normalmente. La levotiroxina (hormona tiroidea producida
sintéticamente) es el tratamiento de elección para los pacientes con
hipotiroidismo.[xiii]
Los pacientes tendrán que recibir la medicación el resto de su vida para
controlar con eficacia sus síntomas, pero un tratamiento acertado les debería
permitir llevar una vida normal.
Semana Internacional de Tiroides
Con el fin de que las personas se familiarice
con los trastornos de la tiroides y para ayudar a millones de pacientes todavía
no diagnosticados en todo el mundo, la organización de pacientes de la Thyroid
Federation International (TFI) y Merck Serono, una empresa farmacéutica líder,
celebran nuevamente el tercer año de la semana internacional para el
conocimiento de la tiroides del 23 al 29 de mayo.
[i] Khan
A, Muzaffar M, Khan A, et al. Thyroid
Disorders, Etiology and Prevalence. J Med
Sci. 2002;2:89-94.
[ii] Canaris
GJ, Manowitz NR, Mayor G, et al. The
Colorado thyroid disease prevalence study. Arch
Intern Med. 2000;160:526-34.
[iii] American
Thyroid Association. Thyroid Function Tests.
2005. http://www.thyroid.org/patients/brochures/FunctionTests_brochure.pdf Accessed November 2008
[v] Benhaim Rochester D, Davies TF. Increased risk of Graves' disease
after pregnancy. Thyroid. 2005;15:1287-90.
[vi]
Schindler AE. Thyroid function and postmenopause. Gynecol Endocrinol. 2003;17:79-85.
[vii]
Whybrow PC. Sex differences in thyroid axis function: Relevance to
affective disorder and its treatment. Depression. 1995;3:33-42.
[viii] ACOG
Education Pamphlet AP128 -- Thyroid Disease.
American
College of Obstetricians and Gynecologists. Washington, DC. 2002.
[ix] Roberts
CG, Ladenson PW. Hypothyroidism. Lancet.
2004;363:793-803
14 Hershman
JM. Introduction to thyroid disorders.
In the Merck Manual Online. Eds Porter RS, Kaplan JL, Homeier BP, Beers
MH. http://www.merck.com/mmpe/sec12/ch152/ch152a.html
accessed November 2008.
[x] Tunbridge
WMG, Evered DC, Hall R et al. The
spectrum of thyroid disease in a community: the Whickham survey. Clin Endo. 1997;7:481-493.
[xi] American
Thyroid Association. Hypothyroidism. 2005 http://www.thyroid.org/patients/brochures/Hypo_brochure.pdf Accessed November 2008
[xiii] Baskin HJ, Cobin RH, Duick DS, Gharib H,
Guttler RB, Kaplan MM, Segal RL; American Association of Clinical
Endocrinologists. AACE medical guidelines for clinical practice for the
evaluation and treatment of hyperthyroidism and hypothyroidism. Endocr Pract. 2002; 8:457-69.
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