lunes, 16 de agosto de 2010

Invictus


Es usual, en una noche cualquiera, que me toque a mi escoger la película que vamos a ver. Esta vez, Invictus. En realidad ya habíamos escogido ver este filme anteriormente, durante los días de la Copa Mundial de Fútbol, pero por interrupciones de nuestros niños no pudimos terminar de verla, y no fue sino hasta ahora que la hemos podido ver y apreciar de cabo a rabo.

En Panamá se estrenó el 5 de Febrero de este año. Es una película que corre una duración de 2 horas y 14 minutos. Dirigida por Clint Eastwood, y bellamente protagonizada por Matt Damon y Morgan Freeman; este último en el papel del lider y Presidente Nelson Mandela.

En esta época que yo catalogo como de “cine malo”, Invictus es un filme de buena actuación, y además gran contenido, mensaje, y valor histórico. Se trata del proceso de transformación pacifista y político tan trascendental y delicado por el que pasó la nación de Sudáfrica, al finalizar el régimen segregario racial del Apartheid, y tomar posesión de la presidencia en 1994, el nuevo sistema político, democráticamente electo, su lider supremo, su excelentísima persona, y Premio Nobel de la Paz, Nelson Mandela.

La labor de transformación era inmensa. Fue prácticamente el nacimiento de una nueva nación, con cambios políticos que incluían desde la adopción de una nueva bandera, hasta la implementación de una filosofía pluralista de “nación arcoiris”, con libertad e igualdad de condiciones tanto para la inmensa mayoría negra, como para la minúscula minoría blanca que acababa de gobernar de manera opresiva y totalitaria a Sudáfrica por 46 años. Mandela debía de vencer los odios y rencores tan profundamente arraigados en la clase mayoritaria y recien oprimida, para poder alcanzar su visión de nación pacífica y próspera, utilizando el potencial total de todos sus habitantes, sin excluir, por supuesto, a la raza blanca.

Madiba, como le llaman los negros a Mandela, en señal tanto de cariño como respeto, decide adoptar un elemento cultural muy controvercial como vehículo para llevar a la nación a la unidad. El rugby, una forma de fútbol originaria de Inglaterra, era el deporte nacional practicado por la clase blanca dominante. El equipo nacional, los Springboks, era odiado acérrimamente por los negros, al ser visto como un símbolo de la exclusión y de la clase gobernante Apartheid.

Con menos de un año hacia la celebración de la Copa Mundial de Rugby en Sudáfrica (1995), Mandela invita una tarde a tomar el te, al Capitán de los Springboks, François Pienaar (Matt Damon). Hasta este momento, el equipo llevaba una racha de derrotas, además de un pronóstico desastroso de eliminación de la Copa tempranamente por el equipo de Australia. Mandela utiliza su cultivada palabra filosófica para inspirar a François hacia la victoria, y hacia motivar a su equipo, a través de un poema que el mismo Mandela utilizaba para motivarse cuando se encontraba bajo condiciones extremas en su largo periodo de carcel. A la vez, crea una alianza estratégica, que luego lleva a los Springboks a enseñar el deporte a una nueva generación de niños sudafricanos, en las áreas más pobres del país, alimentando de esta forma y poco a poco, el orgullo nacional y la unidad. En este encuentro, además, que es un momento fundamental en la película, Mandela enseña y convence a François de adoptar una canción folklórica africana que se canta antes de cada encuentro. Incidentalmente, esta canción fue tema musical en la Copa Fifa 2010, en su adaptación “Wavin’ flag”.

Mandela inspira a un equipo desmotivado a ganar la copa mundial. Más importante aún, imprime un motivo de unidad y regocijo nacional, a través de este deporte, posiciona a su país en el mapa político internacional como modelo de democracia nueva, pacífica y en desarrollo, y nos deja con un bello legado filosófico: un poema profundo titulado “Invictus”, que en latín significa “no conquistado”. “En medio de la noche que me cubre, negra como un hoyo de punta a punta, agradezco todo cuanto los dioces ofrecen a mi alma inconquistable. Ante motivos de extrema adversidad y castigo, yo soy el maestro de mi destino, yo soy el capitán de mi alma”. Salud a todos!

1 comentario:

  1. Me gustó mucho la película, excelente interpretación de los actores. Una gran obra y sin duda un gran legado el de Nelson Mandela, no solo para Africa, sino también para todo el Mundo.

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