miércoles, 6 de abril de 2011

Trabajo nocturno: consecuencias y principios


La empresa Manpower, prestigiosa consultora de recursos humano, nos comparte esta interesante nota sobre el trabajo nocturno y las implicaciones en el individuo.

El trabajo nocturno implica tener actividad en un momento socialmente y biológicamente destinado para el descanso. Es por eso que es necesario evaluar sus implicaciones en la salud física y mental de los trabajadores, y razón por la que las organizaciones deben administrarlo cuidadosamente, a través de la instrumentación de medidas para mejorar su calidad cuando el modelo de negocios lo hace necesario.

Cada vez más estudios con sustento médico y psicológico demuestran que el trabajo nocturno modifica los ritmos biológicos y altera los horarios socio-familiares, incrementando los riesgos de enfermedades, profundizando los riesgos laborales y acelerando el envejecimiento. Se estima que las personas que trabajan durante más de veinte años por la noche registran envejecimiento más veloz de entre cinco a siete años.

Las estadísticas existentes muestran que los trabajadores nocturnos tienen problemas para dormir y que duermen en promedio entre una y dos horas menos que un trabajador diurno. En este sentido se debe a que el sueño diurno se encuentra dentro del contexto de actividades diarias, que incluyen ruidos del tráfico, de niños que juegan, de timbre telefónico, etc., lo que tiene impacto en la calidad y profundidad del sueño.

Otra consecuencia derivada del trabajo nocturno es la mayor frecuencia de enfermedades gastrointestinales, como la gastritis y la colitis, por mencionar algunas. Se estima que estas son entre dos y ocho veces más frecuentes en los trabajadores nocturnos que entre los diurnos. La explicación que se da a ello es la cena tiende a ingerirse fría, rápido y sin apetito, y en particular esto último hace que se tienda a condimentar los alimentos con especias agresivas para la mucosa gástrica, lastimándola. A esto hay que añadir la ingesta de estimulantes como el café, el tabaco o inclusive el alcohol.

El sistema cardiovascular también se ve afectado, ya que la falta de sueño y que éste no sea reparador repercute sobre la presión sanguínea, el ritmo cardiaco y el metabolismo de lípidos (grasas) y glucosa (azúcares).

Estados de nerviosismo, ansiedad, depresión y ciertos niveles de agresividad tienden a acentuarse y ser un tanto más frecuentes entre los trabajadores nocturnos permanentes. Además, el cansancio y desgaste de estos empleados se incrementa por el hecho de trabajar cuando la naturaleza del organismo está en período de desactivación. Esto con conlleva a que usualmente, cuando los trabajadores nocturnos se enferman lo hacen por un período más largo que los trabajadores diurnos.

Algunos estudios en Dinamarca señalan que el riesgo de contraer un cáncer de mama es 50% más elevado entre las mujeres que trabajan por la noche e incluso 70% en el caso de las que trabajan por la noche durante más de seis años. Esto como consecuencia de las alteraciones del sueño y de la reducción a la exposición a la luz natural, lo que influye en el nivel de melatonina, hormona que actúa sobre la regulación de los ritmos biológicos.

Igualmente, hay implicaciones sociales y familiares, además de las biológicas y de salud. Encontrar tiempo para dedicarlo a la pareja, la familia y los amigos, es algo que el trabajo nocturno dificulta. En Estados Unidos, algunos estudios demuestran que este tipo de trabajo contribuye a aumentar los riesgos de divorcio hasta un 11%.

Las consecuencias sociales, familiares, y sobre la salud, que tiene el trabajo nocturno hacen imperioso asumir principios básicos para lograr una mejor administración del mismo. Los expertos apuntan tres que las organizaciones no deben olvidar: el trabajo nocturno debe ser una opción personal, es decir, es decisión del trabajador después de conocer sus implicaciones y posibles consecuencias sobre su entorno; los trabajadores nocturnos permanentes deben reducirse al máximo, tratando de promover las actividades diurnas.

En los casos en industrias donde no es posible eliminarlo, es aconsejable definir un plan de soporte y apoyo a estos trabajadores, con periodos de descanso durante la jornada nocturna y educación de la salud, que incluya consejos prácticos de alimentación balanceada, así como la promoción del deporte, adecuándolo a las exigencias y realidades de esta modalidad de trabajo y; finalmente, disponer jornadas nocturnas más cortas. Todo esto en el marco de una política de responsabilidad social corporativa que permita un juego de ganar-ganar entre la empresa y sus empleados.

2 comentarios:

  1. Concepción, trabajo horarios nocturnos desde hace más de 20 años. Comprendo muy bien todo lo que dice aqui. Entiendo, a lo largo de mi vida, que mi trabajo es importante para Panamá y el mundo. Mis empleadores me aprecian por eso. Acostumbro mi salud, mi mente, mi ritmo de vida, y hasta mi familia (que eres tu) a ese sistema. No se por qué, pero no busco un trabajo en oficina, con horario bancario. Amo lo que hago. Conosco los riezgos y los sacrificios. Lo abrazo y no me quejo. Gracias por este artículo. Quienes trabajamos mientras todos los demás duermen, en realidad somos héroes!

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  2. Mi familia se ha ido al garete por el trabajo de mi marido,ni lo acepta y ha destrozado mi vida y la de mis hijas

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