Deadline (Artist Facing Blank
Canvas), en mi
opinión, es un tributo a la creatividad.
Pienso que, en toda sinceridad, todo aquel creador, llámese pintor,
ilustrador, decorador, arquitecto, publicista, compositor musical,
caricaturista, escritor, e incluso blogger,
llega a un día de la vida en que la inspiración o la creatividad demora un poco
en llegar.
Rockwell
ya había creado unas ciento cuarenta portadas de la revista The Saturday
Evening Post, cuando creó esta antojadiza pintura, en 1938. El maestro pensó en hacer una portada
ilustrándose a sí mismo al quedar sin ideas frescas porque, bueno... así mismo
estaba. En palabras del célebre pintor
"Alcanzando fechas tope y pensando en ideas son algunos de los escollos
que forman parte de la vida de un ilustrador.
Ésta no es una caricatura de mi persona; yo realmente me veo así."
Además de
las fechas límite, Rockwell tenía que lidiar con restricciones en torno a temas
específicos. El maestro Rockwell
describía que por años, el Post no le
permitía mostrar un cigarrillo. ¿Les
parece eso futurista, o qué? Más
adelante le permitieron mostrar a un hombre fumando, pero no a una mujer. También una vez contó de cuando pintó a un
hombre sosteniendo un jarrón de cerveza, y el Post se lo cambió por un vaso de leche.
El jóven
artista que observan en la imagen es una parodia de sí mismo: alto, lánguido,
son su pipa siempre presente, en este caso embolsado en un bolsillo trasero,
con su mano en la cabeza tratando de sacar la idea ante un lienzo en blanco y
un reloj de leontina que muestra la fecha límite. Ni siquiera la herradura de caballo le está
brindando ayuda, tal vez porque está volteada.
La obra
apareció en la portada de la edición del 8 de Octubre de 1938.
Fotografía tomada por Carlos R. Mata |
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