lunes, 31 de enero de 2011

Top 10. Los diez mejores vinos que la vida le regaló a mi paladar en 2010


Voy a escribir de un tema que me viene muy fácil. Hace apróximadamente un mes que vengo con este proyecto específico en mente, y ha sido hoy, que en la mañana he tenido una conversación larga con Don Oriol Serrá, a quien yo denomino “el Apostol del vino en Panamá”, y he realizado responsablemente que es justo y necesario que, con el privilegio que he tenido de probar estos vinos, año tras año, y tras año, escriba con cariño y sin demora, la lista de los diez del 2010.


Lo que parece facil es más bien dificil. Dificil escoger solo diez, entre los cientos de vinos buenos, y algunos extraordinarios, que he tenido el gusto y la dicha de probar. Como concordaba con Oriol, algunos entrarán en la lista por ser trascendentales y verdaderamente sublimes, mientras que otros lo harán por simplemente ser emblemáticos o famosos, mientras que algún otro puede aparecer, como dice Oriol, por haber acompañado algún momento, ocasión, o persona especial o inolvidable en el año. Los emblemáticos o “icónicos” seguramente estarán en la lista “bucket list” de los 1,000 vinos de algunos de ustedes, que se deben de probar antes de apagar la luz por última vez.

Aquí están, nombrados por orden cronológico en 2010:


1) 2006 Antinori Chianti Classico Riserva Badia a Passignano: Consumido el quinto día del primer mes del año, en compañía de Da. Ana Alfaro y un grupo numeroso de amigos, es un vino que refleja muy significativamente el carácter de su denominación de origen, que es Chianti Classico; refleja además el orgullo y el valor artesano de Don Piero Antinori y su imperio magnífico, y también el noble y claro reflejo del varietal sangiovese, uva que produce este importante producto. No es sorpresa que es un vino muy redondo, refinado, elegante y armónico, que enseña taninos largos, y una acidez justa y perfecta, con fruta muy brillante y de muy buena intensidad, además de detalles propios del caracter Sangiovese, de tipo sanguineo, que harían muy feliz a Hannibal Lecter, más detalles y “adornos” claramente presentes gracias al privilegiado suelo toscano, y a la manos artesanales del creador de este vino. De mi parte, 91 puntos.


2) 2008 Mollydooker Two Left Feet: También Enero, en mi entorno privado (con el lujo de la compañía de mi bella y talentosa esposa), no estoy muy seguro de por qué este vino está en esta lista. Debe ser el nombre que respalda esa bella pareja: Sarah and Sparky Marquis, de McLaren Vale (Australia). He descubierto que el nombre Mollydooker hace feliz a mi mujer. Una vez soñé que ella y yo ibamos a una tienda especializada en vinos raros, y yo le decía: “mi amor! He encontrado este Mollydooker que no hemos probado, y cuesta $600 por la botella” y ella me contestaba: “Oh! Mollydooker! Llevémosla!” Two Left Feet es un cupage de Shiraz, Cabernet Sauvignon y Merlot, que comienza con un color muy denso e intenso, de tono rubí oscuro. Su aroma es nada menos que espectacular, de fresas –no cerezas- cubiertas en chocolate, cocoa, capuchino, y una pizca de malta. Entrando al paladar con intensidad de sabores a mora, café de primera; seguido de un paladar medio abundante en cassis, mulberry, blueberry, mora, fresa, semilla de cocoa, y expresso. Una estructura de taninos que soporta cual columna vertebral, semejante carnosidad de sabores. La parte más madura de sus taninos se sostiene hasta su fabuloso final, de persistencia deliciosa, acidez perfecta, hermosa calidad, y detalles extraordinarios. Este vino es decantable; y cabrones.. sepan que en mi cava actualmente hay una botella de este jugo, pero es 2007. El 2006, de mi parte, 91 puntos.


3) 1999 Concha y Toro Cabernet Sauvignon Don Melchor (Reserva Privada): En mi mente, lo que es relevante sobre este vino es que es un vino del siglo pasado, y un obsequio muy importante de mi padre. Aun tengo dos más de éste; y la primera vez que lo probé fue en 2009. Un vino muy maduro y aproximable; muy pulido, de gran largo, sin aristas, y si me permiten insistir, muy maduro. Sus taninos son suaves, y su calidad de fruta aun se mantiene. Muy pulido, redondo y maduro. De mi parte, 90.


4) 2005 Caymus Cabernet Sauvignon, Napa: Uf! Quien tiene una bella esposa, bella en todos los sentidos en que se puede ser bello, ¿quien no toma algo especial el 14 de Febrero? Dios, Patria, Hijos, Esposa, Padres, y tal vez el patrón. Este vino es muy vistoso a la vista; señal de su indudable juventud. En el mundo de los vinos, la palabra “juventud” es el resultado que se obtiene tras la ecuación añada-calidad-varietal. De ahí que un vino del 2010 puede ser “viejo”, mientras que un “Chateau Cheval Blanc de 1961” puede mostrar señales de juventud y pulcritud (entre muchas otras cosas). Su bouquet es muy complejo, con notas a regaliz, cerezas rojas, tostada francesa, y evidente madera fina, tipo sándalo. Buen desarrollo en el paladar, gracias a Dios, porque la entrada no es muy, muy generosa. Sin embargo, demuestra muy buen peso y consistencia, y desarrollo que explota con sabores hermosos hasta su final. Para demostrar caracter y pedigrí, entrega un hermoso retrogusto a caja de cedro tostado, muy fino. Subrayo sus cerezas tan hermosas. Su final es picantoso, en una composición justa y armónica de sabores. Solo 90 puntos de mi parte.


5) 2005 Achával-Ferrer Quimera: Wao! Me quito el sombrero! Un argentino en mi Top Ten! Debo confesar que, antes que este, tomé un Miguel Escorihuela Gascón, vino que porta el poder de su bello nombre, y que cuesta más del doble de lo que cuesta este “Quimera”, y fue una de las grandes decepciones de 2010. Quimera se define en el diccionario como un animal de la fábula; de caracter mitológico. Este vino lleva bien su nombre; es extraordinario. Es prácticamente una “bomba de fruta” pero con detalles y armonía fina. Una bella composición que ofrece armonía entre su gran estructura y su deliciosa fruta. Lo raro es que no recuerdo con quién ni por qué lo tomé. En todo caso, 91 puntos, y mi tributo a Argentina.


6) 2007 Pisano Etxe Oneko Beltza Likore: Cuando pienso en este vino, no hay manera en que no pueda pensar en mi amada y apreciada amiga Ana Alfaro. Con orgullo, en mi lista, un vino uruguayo, y de un varietal diferente. Cuatro hermanos llevan el importante legado antiguo e italiano del arte de hacer vinos de calidad en Uruguay. Señoras y señores, el vocablo “Pisano”, en el diccionario de la Real Academia de Carlos Mata significa: “Familia”. En este caso, los Pisano tienen un arma secreta que se llama “Tannat”. Oneko es un vino de postre muy sobresaliente, divertido y admirable. Es muy oscuro y vizcoso, muy frondoso y completo en su sabor y tremenda calidad. Explota bellamente el caracter de la Tannat. Un vino no filtrado, de deliciosa dulzura. Amermelado y masticable, que ofrece sabores a licor de cassis y frambueza. Extraordinaria textura que cubre todo tu paladar durante su largo paso. Luego sale dejando sabores deliciosos y persistentes. Con orgullo, 93 puntos de mi parte.


7) 1994 Château d’Yquem: No faltaba más! Este es un vino histórico y de “bucket list”. No es común que uno tenga la oportunidad, el privilegio y el agrado de tomar d’Yquem. Lo tomé en Abril, tras una cena casera preparada por mi, y en agradable compañía de Carmen María García Villalaz y Concepción Amaya. Sobresale su asombroso color dorado, y su nariz muy exótica que me tomo importantes minutos analizar y comprender. A ustedes los verdaderos enófilos que me leen, no les extrañará la abilidad que reseño sobre este vino para evolucionar a lo largo del tiempo servido en copa, a partir del momento en que fue descorchado. Ofrece sabores muy exuberantes y “ricos”, muy concentrados y enfocados desde su ataque inicial. Fascinante armonía, asombrosa complejidad, acidez exótica; en resumen, una composición muy sensacional e inspiracional. Entrega su hermoso y único terruño, casi viscoso, casi completo en su cuerpo, de carácter intenso, intrépido, pero educado e intelectual. Muy facil de tomar, muy sorprendente, casi adictivo, y con un inmenso sentido de balance entre tantos y tantos atributos. La palabra “adictivo” me da gran tristeza y sentido de pobreza, cuando estamos hablando del vino más costoso que tomé en 2010. Humildemente de mi, 93 puntos.


8) 2006 Two Hands Grenache Yesterday’s Hero: ¿Qué haría yo si Dios no hubiera creado a Australia? ¿Qué haría Carlos Mata si Dios no hubiera creado a la Garnacha? Este vino lo tomé en compañía de mi amada esposa sólamente, y si no me equivoco, lo tomamos una noche de Junio, cayadamente en La Musa de Chai. Es el recuerdo de un viaje que hicimos en 2010, y lo obtuvimos gracias a la amorosa amistad de mi amigo Eddie Montes, en Ft. Lauderdale. Su color me impresionó por ser tan exótico. Exótico también sus aromas a betún de zapatos con escencia a cereza (si eso tiene algún sentido). Una parada admirable de sabores, con impresionante largo, de bella complejidad y cuerpo completo, y hermosa acidez que sobresale en el tercer cuarto. Deliciosos sabores a granadina y acerola. Luego sus tanninos voluptuosos y desenvueltos, de gran agarre, dimensión, belleza, y largo final. Decididamente, mis 93 puntos. Lo triste es: ¿dónde lo consigo denuevo? :-(


9) 2005 Quintessa, Napa: 20 de Junio. Felicidades papá! La familia reunida en torno a la mesa, y uno de nuestros platos favoritos: paella. Los hijos, sobrinos, mis hermosos padres; solo faltaba mi hermano, quien estaba de viajes por negocio. Cabernet Sauvignon. Este vino no necesita estar mucho en decanter, pero una hora le hace mucho bien. Nariz hermosa. Increíble armonía y acidez tan balanceada. La infuencia del roble es justo perfecta. Bella intensidad de fruta. Hermosos taninos, altos y maduros. De no ser por su elevado precio, este sería mi vino usual. 94 puntos.


10) 2004 Bodegas LAN, Edición Limitada, Rioja: Vino de gran gracia y elegancia; muy distinguido. Representa la anatomía perfecta de un vino, entre estructura, fruta, roble, y otros elementos. Despliega volumen, textura, muy disfrutable complejidad, aromas a ciruela, sabores a cereza roja y oscura, con un final a vainilla muy distinguido. A pesar de su elevado precio, es muy buen QPR. 93 puntos de mi parte.


11) 2004 Chateau Montelena Cabernet Sauvignon, Napa: Mes de Julio, también en reunión familiar dominical. Color púrpura oscuro. Nariz muy compleja y muy sensacional, cediendo aromas a granadina y cerezas oscuras, pero además vainilla y trazas a clavo de olor. Su paso por boca es largo y ancho, cediendo asombrosa fruta y gran complejidad, pero por encima de todo, una impresionante columna vertebral y estructura, todo adornado por fruta de calidad, e impulsada por una cantidad considerable de roble. Final muy, muy largo. Una verdadera experiencia de vino! 94 puntos.


12) 2007 Concha y Toro Carmenere Terrunyo Peumo Vineyard Block 27: De nuevo, en la bella compañía de Ana Alfaro, un privilegio. Simplemente no puedo olvidar este vino. Me llevó a comprender y apreciar el verdadero carácter de Carmenere. Hermoso, hermoso color carmín, con betas violáceas, jóven y brillante, muy brillante. Aromas a elderflower, cerezas rojas maduras, talco para bebé, y aromas a tosca (piedra), además de licor de ciruela. De tal manera que existen cuatro componentes en esta naríz: flor, fruta, mineral, y licor. Seductora composición a lo largo de todo el paladar, que da existencia a un paso por boca largo, complejo, elegante y armonioso. Gran volumen desde su entrada; bella concentración de sabores frutosos, bayas silvestres que evolucionan a un sabor más sofisticado a licor. En el paladar medio, licor de cassis, taninos maduros; y al final, pimienta negra, y sándalo, muy prolongado. Este vino estaba, no solo aproximable, sino probablemente en su punto máximo de evolución, y representa, por su precio y calidad, un enorme QPR. 92 puntos.


13) 2007 Concha y Toro Carmín de Peumo: La misma noche que tomamos el vino anterior, degustamos este otro, que no puedo dejar de ennumerar como uno de los más trascendentales de 2010. No obstante, hay que mencionar que el anterior NO es un vino de bajo costo, y este, aún cuesta tres veces más que el anterior. Por lo tanto, el Terrunyo es impactante. En éste, nuevamente sobresale su hermoso color, aunque es un poquito más violeta y oscuro. Suaves aromas a algodón de azucar sabor a cereza, y aromas secundarios a arándano y muy sutil, a pimienta roja. Un vino “full bodied”, además muy largo y elegante; muy armónico y bien proporcionado; con sabores a elderflower, eucalipto; todo dentro de un fondo de sabor a cereza oscura que en conjunto provee una sensación “asiropada” a licor fino. Finaliza muy explosivo y prolongado, con sabores a frambuesa y bayas silvestres. Sus taninos son suaves; el vino es alto y elegante, mostrando muy bien el terruño de Peumo, y el carácter de Carmenere, y las manos expertas de su enólogo. Debo destacar que recientemente he tomado el 2005 de este vino, y no se le compara. El 2007 es hermoso y superior. 92 puntos.


14) 2007 Mollydooker Blue Eyed Boy: Lo tomé en 2010 por segunda vez (primero en 2009). Es de un color granate muy solemne y oscuro (me encantan los vinos asi). Su naríz no es muy expresiva, pero si muy deliciosa e intrigante, con aromas a bayas silvestres, mora, y caramelo. En boca, no es tímido ni falto de poder o expresividad en ningún momento. Demuestra una dimensión maravillosa y una complejidad asombrosa a lo largo de todo el paso. Posee una estructura fabulosa que intermezcla e interactua perfectamente con su larga revista de sabores, tales como fruta oscura, bayas silvestres, cereza amarga, luego caramelo (toffee), luego chocolate oscuro, llevando entonces a un final explosivo y abundante en sabores a fruta, cocoa y expreso, junto con detalles a salvia y pimienta negra. Recomiendo muy expresamente pasar este vino por decanter. 91 puntos.


15) 2001 Tokaj Hétszolo Tokaji Aszú 5 Puttonyos: Este es probablemente el vino más trascendental y sensacional que probé en 2010, por lo tanto, el más importante en ese sentido. Su calidad no tiene par; no tiene nombre. Su color es un bello ambar dorado, quemado, con claridad y brillantez apreciable. Bouquet asombroso a apricot, naranja, mandarina, y almendras tostadas. El vino resulta en una composición muy exótica e intelectual, que ofrece sensaciones y detalles fenomenales, y sabores a miel de abeja, mandarina, apricot, y detalles a caramelo claro, a gengibre caramelizado, y a vainilla dulce. Posee una acidez hermosa que se manifiesta del tercer cuarto en adelante. Termina de manera explosiva e interminable, con un gran posgusto a almendra. Es un vino de textura aceitosa, cuerpo completo, y una estructura que se deja sentir, además de su acidez maravillosa. Posee un bello “factor delicioso”, y gran sentido de privilegio, armonía y perfección. Lo tomé en Septiembre con mi Tía Olga y mi Concepción Amaya. De mi parte, 95 puntos. Más adelante en el año, tomé un 6 Puttonyos, bello, pero no tan impresionante como éste.


16) 2005 Two Hands Ares Shiraz, Barossa Valley: Este vino está en mi lista, más por lo icónico que por lo trascendental. Sin embargo, su nariz es sensacional y muy compleja, con aromas deliciosos. Este vino es una bomba de fruta. Lo malo es que la concentración de fruta, carnosidad y pulpa sobrepasa cualquier sentido de estructura por completo. Su cuerpo es más bien mediano. Estalla con sabores en tu boca, tocando cada pequeña esquina de la misma. Sí es de paso largo y de muy bonita acidez (no por ello, de larga estructura. No la tiene). Bastante sensacional. Algunos sabores y detalles exóticos se entrelazan con sabores a cereza roja caramelizada, regaliz rojo, y manzana roja caramelizada. Cantidades de sabores a confite y caramelo, junto con cierta sensación artificial en el tercer cuarto. No muy intelectual. Le falta estructura, en mi opinión, lo cual lo hace un poco aburrido después de un rato. Es como una bella muñeca Barbie, y no muy inteligente. El decanter no ayuda a este vino mucho. Aun asi, es un vino sensacional y de importancia para la experiencia sobre vinos de uno. Lo tomé con Concepción, y con nuestra bella amiga Gaby Miró, quien es una nueva amistad del año 2010. De mi parte, 91 puntos. Veo que muchas personas le han dado a este vino puntajes que van del 93 al 98. Sin duda, uno de los vinos más costosos que probé en 2010.


17) 2009 Mollydooker Carnival of Love Shiraz, McLaren Vale: Este vino también está en la lista por su posición icónica en el mundo de los vinos, además de tan dificil de conseguir. Lo tomamos en Diciembre. Es imponente, muy voluptuoso, y hasta un poco empalagante, con largas notas a tabaco, roble tostado, y largos taninos; con bastante roble, y final interminable. Muy muscular y exótico. Es una bomba de frutas –en esteróides-. Muy perfumado e impulsado por roble. De mi parte, 90 puntos.


Como ven, mi intensión era sacar una lista de 10, y no he podido. De hecho, he sacado muchas joyas de esta lista. Otros vinos hubieran querido entrar aqui, por ser primera vez que pruebo determinado varietal, o porque son vinos elaborados por amigos nuestros, o vendidos por amigos nuestros en otros casos. Pero he tenido que ser estricto, y aun asi, no logro sacar de la lista a ninguno de estos 17. 2010 fue un año de vinos extraordinario, al igual que el 2009 y el 2008. Con cariño y humildad, les ofresco esta lista. Salud!

1 comentario:

  1. ¡Salud, capitán!

    Me quedé pensando en las notas de algodón de azúcar que me obligarán a buscar otro Carmín de Peumo para rastrearlas.

    un abrazo

    j

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