Y es que me quedo pensando o debo decir meditando, de todo lo que vemos, escuchamos, olfateamos y saboreamos cada fin de año.
Que alegría cuando inicia el año y que desespero se ve en la gente, 12 meses después, para que se termine, todo el mundo luciendo sus mejores galas para despedirlo; algunos agradecidos por lo bueno que fue y otros con ganas de olvidarlo.
Unos se comen las 12 uvas de la media noche, piéndole un deseo, cosa que ni en la mitología griega se había visto! El Dios Uva?
Otros, cuentan las semillas de las mismas 12 uvas, para la loteria. Y así se aumentan las ventas de los chances y billetas por la decena de los 20 y los 30. Mejor que la pirámide de la suerte!
El vaso de agua, la copa de Champgna, sidra y demás; pavo, jamón, pernil, tamal, arroz con pollo, arroz con guandú (hasta más caro lo venden), dulce de frutas, ron ponche, rosca de pan, ensalada de papas y todos los demás platos que nos hacen engordar esas libritas de más, que después para Día de Reyes ya no sabemos ni que hacer para bajarlas, ni a quien culpar.
El "Mall"... que puedo decir, no hay donde estacionar, y prefiero no decir nada más.
La venta prohibida de bombitas que quema a los niños, todos los años, pero que no hay quien las detenga. Todos los años la misma historia.
Así podemos seguir con una lista de costumbres y tradiciones que nunca faltan. Lo cierto es que cada año trae un nuevo entusiasmo para el espíritu y debemos procurar que ese mismo entusiasmo nos dure los 365 dias restantes. Trazarnos metas, por simple que sean, pero cumplirlas. Lo más importante es la satisfacción de haber logrado lo que nos proponemos. No hay que gritarlo a los cuatro vientos o colgarlo en el muro de facebook, lo importante es que cada uno en su corazón y mente trabaje por su propósito y de seguro cada año será mejor que el anterior.
Saludos :-)
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