sábado, 2 de enero de 2016

Tips para Padres: que la hora de la comida no sea una batalla con los niños


El año pasado asistimos a una charla sobre alimentación que dictó laboratorios Abbott, esta empresa nos compartió en aquel entonces una encuesta realizada que indicó :

  • 1 de cada 4 padres regularmente renuncia a tratar de conseguir que su hijo coma de forma saludable.
  • 63% opta por el “cualquier cosa es mejor que nada” y dejan que sus hijos coman comida chatarra 1 (o más) veces a la semana.
  • Casi 2 tercios parte se preocupan de que sus hijos reciban los nutrientes suficientes para un crecimiento adecuado (65%).


A nivel mundial, entre el 40 al 67 por ciento de los padres y cuidadores han reportado que presentan problemas para alimentar a sus hijos, y constantemente se preguntan ¿qué pueden hacer?

La mala nutrición en la primera infancia puede tener efectos a largo plazo para el desarrollo del niño.

Las acciones de los padres ayudan a dar forma a la conducta alimentaria de sus hijos afectando la forma en que comen y lo que comen. Debido a esto es importante comer suficiente para mantener la altura óptima y el peso. Un padre ansioso puede tratar de obligar a su hijo a comer o complacerlo en la elección de alimentos menos apropiados. Se ha demostrado que un enfoque comprometido y positivo para enseñar a los niños a desarrollar hábitos saludables de alimentación hace que los niños coman más frutas, verduras y menos “comida chatarra”. 

Este proceso requiere Paciencia y un tiempo razonable para modelar el comportamiento – Pero sí se Puede!

Guía de tratamiento:

Evitar las distracciones, crear un ambiente agradable, limitar la duración de la comida.

El estudio de Abbott demostró lo siguiente y vale la pena que cada padre evalúe cual es su situación en casa:
  • Niños Caprichosos con los alimentos en el grupo de 4 a 6 años tuvieron puntuación de atención significativamente  más bajos que los clasificados como comedores saludables. Esto puede ser debido al efecto acumulativo de las conductas alimentarias exigentes y sus consiguientes déficits nutricionales.
  • Los niños con puntuaciones bajas de atención tenían un consumo significativamente menor de dos grupos de alimentos: la proteína (carne, pescado, huevos), que es importante para la construcción de músculo sano y tejido en los niños, y lácteos vitales para el desarrollo de los huesos.
  • Sin importar la edad, los más caprichosos con los alimentos tenían ingestas energéticas consistentemente más bajos que los comedores sanos. Se ha demostrado que los niños caprichosos contribuyen a los niveles de estrés en la familia durante las comidas. Esto puede contribuir a actitudes negativas hacia los alimentos y la alimentación, que puede persistir hasta la adolescencia.


Soluciones prácticas:
  1. Evitar distracciones durante la comida, como televisión y celular.
  2. Mantener una actitud neutral y agradable durante la comida.
  3. Alimentar para motivar el apetito:  
    • Limitar la duración de la comida a 20 – 30 minutos. 
    • 4 a 6 comidas/meriendas al día solo con agua entre tiempos de comida.
  4. Servir alimentos acorde a la edad.
  5. Introducir sistemáticamente nuevos alimentos.
  6. Fomenta la auto alimentación.


Recuerde que los niños pueden rechazar un alimentos/sabor nuevo y eso es normal, hay que ser pacientes y volver a intentarlos 2, 3, 15 veces si es necesario, sin regañar.

Feliz Año!

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