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Como todos saben, me encantan las canciones de Billy Joel desde hace décadas, y una de mis canciones absolutamente favoritas se llama “Honesty”.
Honestidad es uno de los valores humanos que posee raices morales y psicológicas más profundas. Es por ello que el sabio Confucio definió la honestidad como uno de los valores y componentes más importantes de una personalidad saludable. Y es que hay una serie de psicopatías que son directamente adversas y opuestas a la honestidad, como lo son la mentira y la mitomanía. Un elemento interesante en las teoría de este sabio sobre la honestidad es que una buena persona debe mostrar sus sentimientos sinceramente en su rostro. Otros elementos importantes mencionados en su teoría son la bondad, el principio moral de la justicia basado en la reciprocidad, la empatía, la ética, el honor y la reputación de la familia.
En la filosofía occidental, Sócrates fue quien dedicó mayor esfuerzo al análisis del significado de la honestidad. Posteriormente, dicho concepto quedó incluido en la búsqueda de principios éticos generales que justificasen el comportamiento moral, como el Imperativo categórico de Kant o la teoría del consenso de Jürgen Habermas.
En términos más concretos, la honestidad es una faceta del carácter moral, y denota atributos positivos y virtuosos, como la integridad, la veracidad, y la franqueza, junto con la ausencia de la mentira, el engaño y el hurto.
En términos psicológicos, la honestidad es asociada con el desempeño psicológico sano, al ser la honestidad un exponente del verdadero contacto con la realidad, con el razocinio ordenado, y el sentido común. Lo contrario, la deshonestidad, es considerada una expresión de la falsedad, y paralelamente, la irrealidad, el cinismo y el descaro.
Para mi, es la diferencia entre lo moral y lo inmoral; entre los valores y los antivalores. Por lo tanto, la honestidad es una balanza. Una profunda honestidad no le permitirá hacer falsas excusas, como no hacer el trabajo y esta misma honestidad le dará la oportunidad de impugnar las debilidades y superarlas. La honestidad ira a liberar toda la energía que se desperdicia en tratar de mantener las caras falsas.
Por todo lo expuesto, es fácil deducir que la honestidad va ligada a nuestro sentido de identidad personal, y por ende, a nuestra salud mental. Para poseer y practicar la honestidad, es importante tener una imagen clara de quien somos y cómo nos vemos ante la realidad. Nunca se trata de ser lo que no somos. Y ultimadamente, esta práctica deriba en el prestigio, el honor y la reputación, que son valores verdaderos y heredables.
“Este es el primer precepto de la amistad: Pedir a los amigos sólo lo honesto, y sólo lo honesto hacer por ellos.” - Marco Tulio Cicerón
“Proceder con honestidad en aras de la dignidad del hombre es el compromiso más trascendente en nuestro corto paso por este mundo.” - René Gerónimo Favaloro
“La honestidad es la mejor política.” – Benjamín Franklin
“Lo que las leyes no prohiben, puede prohibirlo la honestidad.” - Lucio Anneo Séneca
“Las honestas palabras nos dan un claro indicio de la honestidad del que las pronuncia o las escribe.” - Miguel de Cervantes Saavedra
“Honestidad: la mejor de todas las artes perdidas.” – Mark Twain
“Ay señor! ser honesto, tal como va el mundo es ser un hombre escogido entre diez mil.” - William Shakespeare
“No hay cosa honesta que no sea útil.” – Séneca
“Nada se parece más a un hombre honesto que un pícaro que conoce su oficio.” – George Sand
“Solamente pueden consolar al triste la razón y el trabajo honesto.” – Séneca
“Casi todo político tiene tanta necesidad, en determinadas circunstancias, de un hombre honesto, que, cual si fuera un lobo hambriento, irrumpe en el redil; mas no para devorar el cordero robado, sino para ocultarse tras su lanoso lomo.” - Friedrich Nietzsche
“Pensándolo bien no hay otra solución para el progreso del hombre que un honesto día de trabajo, las decisiones tomadas diariamente, las expresiones generosas y las buenas acciones del día.” - Ralph Waldo Emerson
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