Tradicionalmente
en la sociedad norteamericana, por muchas décadas se ha hablado de las
"tres R's" en relación a los bloques que conforman la fundación
básica para el aprendizaje y el desempeño del individuo dentro de todos los
niveles del sistema educativo. Estas erres son: reading, writing, y arithmetic (lectura, escritura y
aritmética). Estas son las tres habilidades y disciplinas que se
refuerzan en el joven individuo, en el nivel básico de educación, para poder
establecer las bases para el resto de su vida estudiantil-educativa, incluso
profesional. Se supone o se entiende que sin éstas no es posible
desarrollar más altos grados de conocimiento y escolaridad.
Mi amigo Claude
Jinks, de Houston, Texas, quien por edad podría ser mi papá, que tiene hijos
mayores que yo, y con quien he compartido muchas y muchas horas de compañía y
amistad, un día me dijo que cuando sus hijos eran chicos, él les enseñó las
tres R's... pero a su manera. Y para él, estas tres letras eran: Respeto,
Responsabilidad y Religión. Eso son las bases que uno de mis mejores y
más correctos amigos le enseñó a sus hijos, quienes ahora son pilares sólidos
para esta sociedad de hoy. Veamos estas erres, una por una.
Respeto: Es un tratamiento básico y
fundamental para la existencia de cualquier relación interpersonal.
También es un puente de ambas vías; tiene la habilidad natural de ser
recíproco y mutuo. Tiene profundas ramificaciones, no solo en lo social,
sino también en lo psicológico, lo filosófico, lo moral, lo ético y lo
político. En la estructura básica de la relación interpersonal, el
respeto empieza en la propia persona, cuando se reconoce a si mism@ como
entidad única, y luego esa auto-imagen genera otro espectro (idealmente
respetable y respetuoso) que es el que se transmite a los demás junto con
ideas, expresiones verbales, faciales, gesticulares, etc. Se debe
respetar la autonomía, la individualidad, la dignidad, la identidad, la imagen
y los gustos de cada persona, asi como la integridad física, moral y sentimental,
y los derechos y las garantías individuales otorgadas por la ley a cada quien.
Se respetan los defectos y las virtudes de cada individuo; sus fortalezas
y debilidades; sus talentos, habilidades y conocimientos. Más adelante,
entonces, se respeta la jerarquía natural y la otorgada u obtenida. El
respeto a la jerarquía es fundamental para el correcto funcionamiento social.
Sin embargo, también se respeta a los más pequeños. Acorde a la
filosofía de Confucio, uno debe ofrecer el mismo tipo de tratamiento que uno
desea obtener de los demás. No se le hace a los demás lo que no quisieras
para ti mismo. Como ven, el respeto es básico para el funcionamiento más
elemental del individuo, e igualmente necesario para la coexistencia y la
convivencia entre seres humanos.
Responsabilidad: Ésta es una actitud menos
elemental que el respeto en la escala cognitiva y conductual básica del hombre,
pero no menos fundamental para su desempeño a lo largo de la vida. La
responsabilidad es un valor que se crea en la conciencia de la persona, que le
permite reflexionar, administrar, orientar y valorar las consecuencias de sus
actos, siempre en el plano de lo moral. Idealmente este valor en el
individuo pasará al plano ético, que constituye la puesta en práctica, y con
esto se crea una escala de magnitudes. Por ejemplo, una persona puede (o
no) ser lo suficientemente responsable como para obtener una licencia para
conducir, y en efecto manejar con responsabilidad un vehículo, acorde con las
leyes y los reglamentos establecidos y que son de obligatorio cumplimiento.
Menciono ésta como una responsabilidad estándar, teniendo en cuenta que
existen responsabilidades mayores y menores en esa escala ética de
responsabilidades. Hay que tener claro que no puede existir
responsabilidad sin conciencia. La persona responsable actúa
conscientemente, asumiendo las consecuencias de sus actos. El éxito en la
vida suele estar directamente ligado al nivel de responsabilidad que tenga el
individuo. La persona que posee responsabilidad se convierte en un individuo
confiable. La persona confiable cumple lo que promete y no promete lo que
no puede cumplir. La responsabilidad y la confiabilidad luego son pilares
de la eficiencia y de la gestión de calidad.
Religión: Sin duda es una herramienta
de avance. Es también la cancha en donde ejercitar y fortalecer la
espiritualidad. En este blog escribí sobre el valor Espiritualidad.
Ahí comienzo diciendo que la ésta es virtud y elemento indispensable para
la existencia de la condición humana. Luego menciono los cuatro planos
que conforman esa forma humana, y queda claro que el plano superior o más
importante es el espiritual. Esto implica pensar que antes de ser
humanos, somos espíritu; somos un soplo de inspiración. Todo lo demás
existe en nosotros luego de esa inspiración. Ejercer una religión es un
derecho humano consagrado en la Carta Magna, más no es un deber bajo el punto
de vista legal. Estoy seguro de que en el hogar de mi amigo Claude,
practicar la religión era (y es) un deber. Asi mismo es en mi hogar.
Y es que, al ser católico, estoy obligado a practicar fielmente mi
religión. Crecer espiritualmente implica también el desarrollo de muchas
otras virtudes y valores. Esto es como la expansión de estas tres erres.
La expansión del entendimiento y los valores morales y espirituales en mi
persona me harán un individuo más apto para alcanzar el éxito personal y
colectivo. También en este blog, al redactar sobre la virtud del
discernimiento, menciono que muchas veces éste puede obtener ayuda en la
oración. Orar es comunicarse con el Ser Supremo, y es en cierta medida
practicar la religión. Recibir los sacramentos también es practicar la
religión. Al orar uno invoca "dones" importantes, como lo son
la protección, la sabiduría, la paciencia y la fortaleza, entre otros. La
religión es no solo muy importante sino también básica dentro de la
personalidad de un individuo balanceado e integral.
Inculquemos las
tres erres en nuestros hijos desde que nacen. Es un valioso legado, no
solo para el logro de su felicidad personal, sino además para beneficio de la
colectividad humana. Pienso que en la mayoría de los casos estos tres
valores son tomados muy a la ligera, mientras que deben ser abrigados de manera
tan sagrada y fundamental como el agua que bebes y el aire que respiras.
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