Hay
personas visionarias. Esas
personas poseen un don o una virtud que se llama visión. Son personas capaces de visualizar un
concepto, una innovación, un negocio o una idea puesta en práctica. Lo visualizan con éxito. Traspasan con su mente la diferencia
entre virtual y real. Tienen una
imaginación muy precisa y real; tienen perspectiva; tienen un “ángulo”. Eso es, sin duda, un tipo de
genialidad.
Asi
como existe el sentido común, se puede decir que “visión” es el “sentido no
común”. Personas visionarias no
son comunes. Suelen destacarse en
la sociedad, son apreciados, a veces envidiados, y siempre muy necesarios.
Personas que poseen y ejercitan esta virtud tienen su método y su disciplina. Nada ocurre por casualidad. Y luego se apoyan en otras virtudes y
valores, como lo son la fe y la determinación. Son personas que gozan de una sólida salud mental y por lo
tanto poseen muy alta auto-estima.
Estas son bases necesarias para cimentar la visión, y ser un buen
visionario. No sólo se trata de tener
visión, sino además, enfoque.
El
uso de esta disciplina y este conjunto de metodologías va orientado a la
previsión del futuro. Básicamente
se trata de imaginar escenarios futuros posibles, denominados futuribles, y
luego determinar su probabilidad, con el fin último de planificar las acciones
necesarias para evitar o acelerar su ocurrencia. Es el conjunto de tentativas sistemáticas para observar e
integrar a largo plazo el futuro de la ciencia, la tecnología, la economía y la
sociedad con el propósito de identificar las tecnologías emergentes que
probablemente produzcan los mayores beneficios económicos o sociales (sic
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico OCDE).
Quienes
idearon y construyeron el Canal de Panamá, por ejemplo, fueron personas muy
visionarias. Gracias a eso, el
Canal sigue siendo inmensamente útil y fructífero 100 años después. Sin duda, uno de esos visionarios, y
uno de los que más impulsó la construcción de esa magnánime obra fue el
Presidente Theodore Roosevelt. Lo
que más puede beneficiar a un país y catapultar su futuro sería un presidente,
además de honesto, muy visionario.
La
obra de expansión del Canal de Panamá ha requerido de muchas mentes visionarias
en las tareas de diseño de cada aspecto operacional del mismo, asi como en el
cálculo de riezgos y costos.
Muchas otras profesiones requieren de gente con visión; por ejemplo:
gerente general u oficiales ejecutivos de grandes empresas, actuarios en el campo
de los seguros, arquitectos e ingenieros, capitanes de barco y de avión,
banqueros, agentes de la bolsa de valores, consultores, ministros y estrategas de planificación
y política económica, de vivienda, de salud, etc. Todos estos puestos (y muchos más) arrojan un mejor
resultado cuando están a cargo de una persona con la virtud de visión. A través de su desempeño, su visión se
convierte en un valor.
Al
Presidente panameño Belisario Porras, la historia lo reconoce como un gran
estadista y visionario. Su
excelente desempeño lo llevó a la más alta magistratura en tres periodos
presidenciales de nuestra historia. Entre las principales muestras del talento
visionario de Porras está su empeño por llevar a cabo la construcción del
llamado “Elefante Blanco”, nombre que en son de burla le dieron sus opositores
al hospital Santo Tomás, inaugurado en 1924, dado que para ellos era una obra
demasiado grande y ostentosa para el país que entonces éramos. No obstante,
Porras confirmó su visión, cuando en pocos años este centro hospitalario se
quedó chico ante la demanda, al punto que en los últimos días del presidente,
en 1942, no se disponía de camas ni para él.
Igual
reconocimiento le hace la historia al Presidente Enrique A. Jiménez por sus
numerosos logros en temas de administración pública e institucionalidad
gubernamental, incluyendo la creación de la Zona Libre de Colón.
He
aquí algunas frases célebres del visionario Teddy Roosevelt:
“Believe you can and you're halfway there”
“Keep your eyes on the stars, and your feet on the
ground”
“The first requisite of a good citizen in this
republic of ours is that he shall be able and willing to pull his own weight”
Saludos, definitivamente hay que tener visión de futuro. Me pregunto ¿cómo nos irá en los próximos años con nuestra niñez y juventud? Tal pareciera que alguien tiene la visión de 'embrutecer' a la generación del mañana con tantas telenovelas, pasa pasa, reguetones con letras vulgares, maestros vagos que prefieren hacer huelgas, en fin, toda una verdadera mediocridad promovida por mentes maquiavélicas con visión retorcida.
ResponderEliminarSaludos! Muchas gracias por tus comentarios y por ser un fiel lector. Eso mismo venía yo pensando hace un rato mientras manejaba a casa. Cualquier gobierno, si te fijas, toma miles de decisiones a lo largo del lustro, y cada decisión nos afecta de una forma u otra. No deseo hablar mal de un gobierno u otro, pero en este día, el sentido común y mi visual me indican que nuestros hijos la van a tener muy duro cuando ellos alcancen la edad de su vida útil. Todo por culpa de la ausencia de visión a largo plazo. Lamentablemente!
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