En los años 1960, la industria vinícola
italiana experimentó
cambios muy importantes e históricos. Los italianos deciden adoptar por primera
vez leyes que regulan de manera específica y estricta los métodos de producción de vino por zona geográfica.
A estas leyes se le conocen con el nombre de Denominazione di Origine Controllata (DOC). En 1966 se
establece la primera DOC, correspondiente a Vernaccia di San Gimignano, una
zona de producción
de vinos blancos en Toscana. Todo cambió dramáticamente de ahí en adelante. Chianti, por ejemplo,
obtuvo su estatus de DOC en 1967; Brunello di Montalcino un año
después,
en 1968. Lamentablemente estas leyes al nacer fallaron en contemplar el
concepto elemental de que muchas veces los avances en calidad se crean tras la
innovación,
la creatividad, y el uso de nuevas técnicas.
De tal manera que los productores italianos
fueron perdiendo la paciencia, no mucho después de implementadas estas leyes, y a
comienzos de los 1970s comienza la "revolución de los grandes vinos en Italia".
El pionero de esta revolución fue el influyente productor Piero Antinori, cabeza de
una importante familia productora de vinos desde hace varios siglos en Toscana.
Esto, señores,
es un muy importante dato de la historia de nuestra civilización,
en lo que tiene que ver con la cultura del vino en Italia y el mundo. En
1971, Piero Antinori lanzó sin tapujo alguno su primer producto que rompe rebelde y
abiertamente con las regulaciones de la DOC. Este se llamó
Tignanello, y tomó inspiración y
forma, basado en otro vino del que virtualmente nadie jamás había oído mencionar, y no se había
degustado: Sassicaia. Aunque Sassicaia era elaborado en Toscana, no era
un Chianti; tampoco era un Brunello, ni ninguna otra forma conocida de vino
toscano. Ni siquiera era formulado con la uva tradicional de Toscana
(Sangiovese). Sassicaia era un Cabernet Sauvignon diseñado
muy al estilo de Bordeaux. Era elaborado en cantidades extremadamente
limitadas, y Antinori lo conocía dado que sus primos eran los creadores.
El Tignanello de Antinori era elaborado en
la región
de Chianti, pero acorde a las leyes del gobierno italiano, éste
no era considerado un verdadero Chianti, dado que no había sido elaborado bajo las regulaciones
dictadas por la DOC. Por lo tanto, al igual que Sassicaia, podía
ser solamente considerado un vino da tavola, o vino de mesa, el estatus más
bajo que un vino italiano puede ostentar. Por lo tanto, Tignanello y
Sassicaia se convirtieron en los dos primeros vini da tavola en costar una
pequeña
fortuna, en medio de un oceano de vini da tavola que cuestan una guayaba.
Sin embargo esto nunca representó complejo alguno para los consumidores y
miembros de la prensa, quienes envistieron a estos vinos (y a otros similares
que subsiguieron) con el sobrenombre de por vida: los Súper Toscanos.
En 1980, el gobierno italiano en aras de
dar pasos hacia la confección de vinos de mejor calidad, instituyó
las regulaciones que crean las DOCG, Denominazione
di Origine Controllata e Garantita, categoría a ser designada sobre los vinos de
calidad excepcional. Sus regulaciones eran aun más estrictas que las de las DOC. En la
actualidad, a pesar de que los Súper Toscanos se acercan a las exigencias de las leyes de
una DOCG, no pueden ser considerados vinos tradicionales. Super Toscanos
son diseñados
y elaborados con un estílo
internacional, más
bien pomposos, densos y opulentos. Sus taninos son altos, maduros e
integrados tanto a vino como a su fina actitud a vainilla impartida por la
infusión
del roble nuevo.
Tignanello no es el único vino legendario inspirado por
Sassicaia. Hay detalles históricos y geográficos que indican que Ornellaia, otro tinto Súper
Toscano de gran relieve y trayectoria, guarda relación con Sassicaia. El primero es un vocablo
dialéctico
que significa lugar rocoso. Ornellaia, que significa sitio de fresnos,
fue elaborado por primera vez en 1985 por Lodovico Antinori, hermano menor de
Piero. Sus parcelas están ubicadas literalmente al lado de Sassicaia, y el vino
es compuesto esencialmente de Cabernet Sauvignon y una pequeña
cantidad de Merlot. Actualmente, tanto Sassicaia como Ornellaia continúan
siendo dos de los Súper
Toscanos más
intensos y expresivos, y que contienen características de fruta que aparentan explotar en
el paladar. Son vinos probablemente presentes en las cavas de muchos
coleccionistas, o en el "bucket
list" de muchas otras personas conocedoras.
Los tres Super Toscanos mencionados en este
artículos
están
disponibles, en Panamá,
en Felipe Motta Wine Store. Prefiero no mencionar sus precios para no
asustarlos, pero les recuerdo que en el #Tweetvinos que estamos organizando
para el 8 de Junio, nuestro entusiasta amigo Gobi, generosamente traerá
una botella de Tignanello. Yo llevaré una botella de otro Súper Toscano, y además uno de los mejores vinos de Antinori, legítimamente
DOCG Chianti Classico. Gobi por su parte además llevará una botella de Brunello di Montalcino, una
riserva de 1999. Es su oportunidad de probar cuatro vinos impresionantes,
y comparar en sus mentes sus características, sus imponentes dimensiones, y demás
atributos. Otros Súper toscano que considero dignos de mención,
brevemente, son: Cepparello (Isole e Olena), Grosso Senese, Le Pergole Torte,
Masseto, Solaia, Summus, y Vigna d'Alceo, entre muchos otros. ¡Salute! ¡Mucha
Salud!
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