En
nuestro andar por la vida, Concepción y yo hemos sido catadores de muchos y muchos
placeres, a Dios gracias; tanto en nuestro hermoso país, Panamá, como fuera de
él. Nuestros oídos han escuchado
muchísima música de casi todos los géneros y orígenes del planeta; nuestros
sentidos han apreciado y contemplado el arte contenido dentro del Louvre en París, las obras en
el Museo Del Prado en Madrid; los museos en Boston y Nueva York. Apreciamos genuinamente el buen arte
culinario, y hemos degustado miles de vinos. En nuestras conversaciones de pareja,
recientemente, y pensando en este blog, generabamos ideas sobre paradigmas a
romper. La comida de hotel, por ejemplo,
"no puede ser eternamente digna de su mala reputación, dado que en Panamá
hay hoteles de muy alta calificación", decía ella.
Muy
recientemente Concepción publicó su artículo sobre nuestra "Escapada de
fin de semana sin salir de la ciudad".
No contentos con eso, decidimos probar por primera vez el aclamado
restaurante TAURO, del Hard Rock
Hotel Panamá Megápolis. Nuestra
experiencia en Tauro excedió amplia y gratamente las expectativas de ambos,
dado que esto fue lo que encontramos:
LOCALIDAD
Tauro
se encuentra en el piso AS1. Salir de
los ascensores en este nivel te da la sensación de haber entrado en otra
dimensión. Realizas que has sido
trasladado del bullicio del hermoso y divertido lobby del Hard Rock, a un
estatus de mucha elegancia y tranquilidad.
Ante su amplio y adornado vestíbulo se encuentran la entrada a dos de
los restaurantes de este hotel: Soy y Tauro, además de un bar extenso y
plácido, atendido en todo momento, y que sirve de antesala a ambos templos
del buen comer.
Entrada a Tauro |
Estancia entre ambos restaurantes |
Estancia - Bar del AS1 |
Entrar a Tauro es nuevamente cambiar por completo de ambiente. Primero su antesala, que es amplia, solemnemente
decorada, equipada con muy cómodos asientos, y atendida por una amable
anfitriona. El gran salón comedor del
Tauro es deslumbrante. Su decor es una
combinación de elementos suntuosos y muy finos, con otros que van con el tema y
el tempo que es único de los hoteles Hard Rock.
La amplitud de la nave principal se ve acompañada de salones menos
grandes y adyacentes, y también de salones semi-privados que contienen
comedores largos y esclusivos; cada espacio ofreciendo su ambiente único y
diferente al de los demás; y todos al más hermoso de los gustos.
Antesala a Tauro |
Del salón principal a ambientes separados |
Semi privado |
Semi privado |
Parte de la oferta de vinos |
Parte del Comedor Principal |
Nuestra mesa |
EL MENÚ
Antes
de entrar a examinar el menú, acorde a nuestra cultura (mi señora y yo), le
damos una lectura contemplativa a la Carta de Vinos, que es amplia y
exquisitamente seleccionada. En primer
orden, está dividida entre vinos tintos, luego vinos blancos, y finalmente
vinos espumosos y Champañas. Dentro de
este orden, la Carta se divide en países, regiones, casas vinícolas y cepas. Así vemos, entonces, que la Carta ofrece
vinos argentinos de renombradas casas, tales como Catena Zapata y Navarro
Correas (entre otras), en las cepas Malbec, Syrah, Cabernet Sauvignon, Merlot,
y prestigiosos cupajes. Luego Chile,
con casas de renombre, como Montes, Casa Lapostolle, y los prestigiosos cuvée
de Concha y Toro: Don Melchor y Alma Viva (entre otros). De España, la Carta ofrece vinos de la casa
Protos, Marqués de Riscal y Beronia, entre otras. La oferta de Francia en vinos tintos que
refleja la Carta es menos nutrida, pero la de vinos estadounidenses es
fenomenal. Casas privilegiadas como Caymus
y Cuvaison, aunque ofrecen vinos de alto costo, el precio que refleja la Carta
es muy justo y, en el caso de estos vinos californianos, ofrece la mejor
relación costo/calidad. De Italia, la
Carta ofrece el delicioso nectar de la muy exclusiva sub-región vinícola de
Barbaresco (región: Piamonte), y el Tartufo Nero, de la Famiglia Marrone, vino
elaborado con la cepa Nero d'Avola pero en la sub-región de Alba, en
Piamonte. Son vinos que van de manera
exquisita con platos creados a base de setas y también carnes de cordero. Nueva Zelanda y Australia también están
presentes en esta Carta. En la sección
de blancos, Argentina, Chile, España, Francia, con su exquisitez de la
sub-región de Chablis (Borgoña), luego Italia y Australia. En vinos espumosos ofrece Proseco (de
Friuli), Cavas (Catalunya), y Champañas de gran renombre y a buen precio.
Ahora,
a lo que más nos interesa. Es un deleite
recorrer este menú y decidir junto a mi pareja qué ordenar. El menú ofrece cinco opciones de entradas
(primer plato), seis ensaladas, y dos sopas.
Concepción
y yo elegimos probar dos entradas: El Carpaccio de Pulpo que viene con Pan Ciabatta,
Arúgula, Queso Manchego, y Vinagreta de Miel y Maracuyá; y los Espárragos a la
Parrilla, envueltos en Prosciutto, y acompañado de Sofrito y Salsa Bearnesa de
Cilantro.
Carpaccio de Pulpo
Es
un ensamblaje exótico y complejo, diseñado para el paladar experto o
audaz. Combina la acidez dulce de la
pulpa de maracuyá con el pulpo muy fresco y tierno, cortado en lascas muy
finas, todo en formidable y delicada proporción. En el centro de la composición se encuentra
una ensaladita discreta de arúgula y tomates cherry, con aderezo muy fino de
mostaza dijón y aceite de oliva.
Complementa también este plato dos tostadas de pan ciabatta, perfectamente
tostado en parrilla y coronado con queso manchego derretido. La porción es muy generosa y gratificante;
presentada en bandeja larga. Como ven,
son numerosos los sabores, sensaciones y texturas en este delicioso
manjar. El precio es buenísimo.
Carpaccio de Pulpo |
Espárragos a la Parrilla
Esta
entrada es mucho más que una ensalada.
Es una delicada y deliciosa composición con valor agregado que muestra
la acentuada expresión vegetal de los espárragos (crespos, cocidos a la
perfección), elevados a un nivel superior en su presentación en vendaje de
prosciutto, la delicada salsa bearnesa de cilantro, además del sofrito muy fino
de ají pimentón rojo y reducción de balsámico.
Es fascinante sentir el dulzor del balsámico y el pimentón conjugarse
con los otros elementos salados, combinados con creatividad artística y
sensacional. ¡Este primer plato
realmente nos encantó!
Espárragos a la Parrilla |
Estas
dos entradas las acompañamos con una botella de Santa Rita Reserva, Sauvignon
Blanc, vino del Valle de Casablanca, Chile, cosecha 2012. El vino mostró caracter aflorado y herbáceo
en nariz, con aromas a gardenias y eneldo.
Su paso por boca es sorprendentemente divertido, mostrando acidez
brillante y prolongada, y acompañada de notas también herbáceas muy
agradables. Su final es persistente y
muestra notas a toronjas y pimienta blanca muy sutil. La acidez enfocada de este vino maridó muy
bien con la amplitud de sabores cítricos y dulces del carpaccio; aun con con
los espárragos en prosciutto, el sofrito y el balsámico.
Luego
vino la elección del plato principal. El
menú divide las opciones provenientes de la Parrilla en cuatro, que son: Cortes
Pequeños, Cortes Medianos, Cortes Grandes, y Prime Rib Al Horno. Seguido a los platos de parrilla se ennumeran
los Platos Especiales, que son nueve, y van desde la Tauro Burger hasta los
pescados y mariscos, y el Surf & Turf. Concepción y yo elegimos, de los Cortes
Grandes, el más oneroso de la lista, llamado Cowboy Steak (22 Oz). Además nos antojamos por pedir, de la lista
de Platos Especiales, el Salmón Sellado.
Cowboy Steak (22 Oz)
Este
es el más lujoso de los cortes que ofrece Tauro. Consiste de un generoso corte Porterhouse
importado de Argentina. Este corte
incluye una buena porción del solomillo, pero con su hueso y perfecto mármol de
grasa. Concepción y yo normalmente
pedimos Medium Well, en el término de
coción. En efecto, la carne llegó en perfecto 3/4, con
todos sus jugos y muy ligero rosado en el medio; buena caramelización y muy
sutil costra por fuera. Todos los
sabores y texturas encontradas en este corte excedió nuestras expectativas. El plato viene adornado con una cabeza de ajo
rostizado, una rama de romero, y hoja de plátano verde, que no despreciamos,
dado que tanto ella como yo somos amantes del ajo. El acompañamiento de elección fue la Papa al
Horno, deliciosamente preparada con crema, tocino, queso cheddar y
cebollina. La papa es servida en su
propio plato caliente, y muestra óptimo grado de coción, buena consistencia, su
humedad y textura natural. Además acompañaban al steak un surtido de cuatro salsas deliciosas: Bechamel con pimienta
verde, Bearnesa de Cilantro, Chimichurri, y el Tauro Demi; este último, el demi-glacé
resultó ser nuestra favorita absoluta; una delicada reducción de vino tinto y
res.
Cowboy Steak |
Papa al Horno |
Aderezos para la carne |
Beronia Gran Reserva 2006 |
Concepción
y yo elegimos maridar nuestros platos principales con una Gran Reserva de la
casa riojana Beronia, cosecha 2006. En
copa se muestra de un rojo picota de mediana densidad y transparencia, con
destellos rubí. Aromas a cerezas rojas y
tierra negra, e infusión a vainilla. En
boca entrega cuerpo completo, clásico carácter de cupage español, además de
claro terruño (de la Rioja), y mediana estructura. Taninos suaves y cedosos, en buena armonía con
sus notas acirueladas y perfecto toque a vainilla de la barrica que nos entrega
muy bonita complejidad. Tanto la acidez
como el final son admirables, asi como su hermosa textura a polvo. Este vino está muy cerca de alcanzar su
plenitud, y sus atributos en conjunto maridaron deliciosamente con el Steak y el Salmón.
Salmón Sellado
La
fascinación de este plato proviene muy expresamente de la combinación de
texturas y sabores, asi como su hermosa presentación visual. En texturas experimentamos la ternura del
salmón rosado, con su frescura oleosa y perfecto grado de coción. Encima del generoso filete de salmón, la piel
del pescado, crispy y naturalmente
saladita. Arriba de la piel tostada, una
cama compuesta de arúgula y compota de manzana verde, asi como tomate perita,
almendra, arroz salvaje y hongos crimini.
Este hermoso plato, como los anteriores, viene adornado con reducción de
balsámico. Éste es un lujo de plato, a
un precio muy, muy razonable.
Salmón Sellado |
Nosotros
siempre guardamos espacio para el postre; éste nunca puede faltar. El mesero que nos atendió, Guillermo Gómez
(de Ciudad de Panamá), fue tan atento y profesional con nosotros en todo
momento, y Concepción le pidió que eligiera nuestro postre.
Bread Pudding
Es
un festín para la vista; una obra de dedicación y de arte para nuestro deleite
visual. Consiste de pudín de pan
acompañado de arroz con leche, cereza maraschino, bayas azules, copita de fina
pastelería que porta un picadillo de manzana y una rueda de mazapán de leche. Adornan el plato con una gran fresa fresca,
leche condensada y sirope de fresa.
Acompaña también una
porción de helado de vainilla.
Bread Pudding |
Tauro
alimenta todos tus sentidos. Es la
conjugación perfecta entre ambiente, música, bella concurrencia de comensales,
excelente servicio, y deliciosos platos de muy alta calidad. Concepción y yo quedamos muy gratamente
sorprendidos, y coincidimos en que superó altamente nuestras expectativas. Resultó ser la cena perfecta para nosotros
dos, que duró casi tres horas. El
gerente de Tauro visitó nuestra mesa dos veces.
Con orgullo nos contó que el Chef se llama Paul Carrillo. También nos contaron muy discretamente de las
personalidades, tanto locales como los más famosos y famosas del mundo que les
ha tocado atender. ¿Quieres saber
algunos de esos nombres? Les recomiendo
con entera confianza que vayan a cenar a este hermoso restaurante, y descubran
todos los secretos de... Tauro.
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