Con
buen éxito y satisfacción hemos realizado las degustaciones mensuales de los
vinos de Varela Premium Store, en la comodidad de la magnífica sala de
degustaciones del Hotel Holiday Inn de la Ciudad del Saber. En el último encuentro (24 de Junio), uno de
los asistentes regulares me hizo la pregunta: ¿Hay vinos blancos aptos para ser
coleccionados? En el momento, mi
respuesta fue: sí! e hice referencia al ensamblaje perfecto de algunos blancos
de Bordeaux. También hice mención de la
estructura de algunos vinos blancos, en términos de acidez o de contenido de
azúcar, lo que les da la habilidad para ser conservados por muchos años. He aquí la respuesta oficial a esa pregunta.
Muchas
veces no es fácil saber cuanto tiempo puede durar un vino. Sin embargo, es muy improbable que usted de
manera accidental haya consumido un vino hoy que era para conservar. El valor añejable de la inmensa mayoría de
los vinos de hoy en día es muy bajo. Los
vinos con potencial de guarda no son comunes.
Se estima que hasta el 99% de los vinos están destinados a ser bebidos mientras
son jóvenes. Sólo una pequeña fracción
de los vinos en el mercado actual están diseñados para soportar el tiempo y
mejorar con el pasar de los años.
Los
vinos añejables, en parte, son el producto de la habilidad predictiva de sus
artesanos productores. Si ese elemento
predictivo es eliminado de la ecuación al momento de la producción del vino, el
resultado es un vino que no solamente no posee potencial de añejamiento sino
que además comenzará a deteriorarse si es guardado.
Son
cuatro los elementos que dan paso a la estructura básica de un vino: azúcar
(residual), alcohol (bajo nivel), taninos (estructurales), o acidez (alto
nivel).
Veamos
algunos ejemplos concretos de vinos blancos que pueden añejar bien: los blancos
de Rioja, los Riesling alemanes, los Sémillon de Australia, los blancos de
Borgoña, los vinos de Jura. También
algunos vinos griegos producidos con sus cepas autóctonas Assyrtiko y
Savatiano, son vinos que con el pasar de digamos... 10 años, gracias a su
acidez en conjunto con todos sus otros elementos complejos, no han perdido nada
de su brillo y vivacidad, sino que simplemente se le pulen los bordes.
Algunos
Rieslings de Clare o Eden Valley en Australia pueden guardarse entre 8 hasta 20
años. Grüner Veltliners de Austria
comúnmente pueden añejar entre 5 y 20 años.
Ciertos productores de Gewürtztraminers (secos) en los valles de Sonoma
o Anderson, en California, pueden conservarse en su botella entre 10 y 12
años. Algunos Bourdeaux Blancs, como
mencioné esa noche, pueden guardarse de 8 a 12 años, o más. Algunos Hermitage (del Ródano) tienen
potencial de 10 a 30 años de guarda. Algunos
Chenin Blancs de Sudáfrica pueden ser colocados en la cava entre 5 y 10
años.
Pero
veamos a los reyes de este exclusivo club de los blancos que se pueden guardar e
incluso coleccionar. De Borgoña, los
Mâconnais, dado que desde finales de los años 1990's muchos productores han
venido diseñando sus vinos con este propósito, y utilizando muy bien el roble
para producir vinos complejos y razonablemente concentrados que evolucionarán
muy bien en botella. De los Mâconnais
incluyo, por supuesto, el muy conocido Pouilly Fuissé.
Côte
de Beaune es en realidad el corazón de los Bourgogne Blancs, con sus tres
fantásticas villas, que son: Meursault, Puligny-Montrachet and
Chassagne-Montrachet. Côte de Beaune es
muy serio y tradicional en el uso de sus clasificaciones. Un Premier Cru Meursault Charmes, por ejemplo,
o el Grand Cru Le Montrachet se pueden guardar por los años que uno pueda
resistir la tentación de saber que cuando se abran, es magia y donaire lo que
va a salir de esa botella. Pienso que
los Grand Cru Montrachet son además coleccionables y heredables. Estos no deben abrirse antes de los 8
años de añejamiento, y pueden reposar por 20 años o más.
Volviendo
a Bordeaux, como es bien sabido, las dulces delicias de Sauternes guardan muy
bien. Evidentemente que su único Premier
Cru Supérieur, el codiciado Château d'Yquem es tanto añejable como
coleccionable, y es mejor no descorcharlo sin al menos seis años en
botella. En 2006, una colección vertical
de 135 años de este vino (con todas las añadas desde 1860 hasta 2003) fue
vendida por The Antique Wine Company en Londres por $1.5 millones. En Julio de 2011, una botella de Château d'Yquem de 1811 fue vendida en el Ritz en Londres a un coleccionista
privado. Se convirtió en la botella de
vino blanco más preciada de la historia al venderse a un costo de £75,000
($117,000). Sin embargo, cualquier
botella de Château Filhot, o Guiraud (mi personalmente favorito), o Climens, o
Coutet posee dentro de sí años o décadas de guarda.
Finalmente,
otro coleccionable: vintage Champagne. Los
vinos de Champaña que provienen de las mejores añadas (1982, 1985, 1989, 1990,
1996, 1999, 2002, 2004 y 2008) son añejables y coleccionables. Ejemplo de estas: Moët et Chandon Dom
Perignon Oenothéque 1992, Billecart-Salmon Cuvée Elisabeth Salmon 2002, Krug
Clos du Mesnil 2000, Dom Pérignon 2004, Salon 2002 Le Mesnil Blanc de Blancs
Brut, Laurent-Perrier 2004 Cuvée Alexandra Grande Cuvée Rosé, y por supuesto,
Pol Roger 2000 Cuvée Sir Winston Churchill Brut. Hay muchos ejemplos más. Tanto su alta acidez como el dióxido de
carbono actuan como preservativos.
Ahora
¿Qué opinan ustedes? ¿Son añejables los vinos blancos? En mi opinión, los
mejores son los Borgoña, los Rieslings alemanes, y los Champañas. ¡Salud!
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