El hallazgo de la Particula de Dios

El mundo en que vivimos es cada vez más universal, más tangible, aunque lastimosamente menos personal.  Vivimos tan expuestos a los espectros del bien y del mal, en todas sus posibles y adyacentes manifestaciones, y con ello, el fascinante acceso a la información y a las comunicaciones, en proporciones y oportunidades nunca antes posibles.  Llamemos a ésta, si se quiere, la Era de la Información y del Conocimiento.  Gracias a estas coyunturas reales, la ciencia avanza también con celeridad sin precedentes.

En Ginebra, Suiza, existe una organización científica llamada CERN, que consiste en la colaboración genuina entre diversos países, universidades y científicos que estudian las ciencias por el puro valor del conocimiento, y alejados del incentivo monetario.  Como resultado, sus protagonistas aquí suelen ser parte de inmensos descubrimientos científicos, que a su vez resuelven enigmas de los más complejos de esta vida, y expanden las fronteras del conocimiento.  Es una comunidad internacional compuesta de mentes expertas en todos los campos de la ciencia, que se desempeñan dentro de una atmósfera repleta del sentido de la colaboración, de integridad, de rigor científico impoluto, y de auténtica confianza, credibilidad y prestigio.

En Ginebra, el 4 de Julio de 2012, cientícos de CERN anunciaron en conferencia de prensa los resultados de dos experimentos muy importantes, denominados ATLAS y CMS.  Ambos resultados demuestran importantes indicios que demuestran el posible  hallazgo de la muy buscada partícula de Higgs Boson, también conocida como La Partícula de Dios.

 Gráfica de la Partícula de Dios

El Bosón de Higgs tiene un perfil muy definido; es una particula hasta ahora no observada que existe en el rango biomásico de los 126GeV (gigaelectronvoltios).  Se trata de un destello efímero e inestable de energía, con propiedades biomásicas, capaz de interactuar con otros elementos sub-atómicos para crear materia. Para poder segregar y observar esta partícula, se utiliza en instrumento muy específico y único en el mundo, llamado Large Hadron Collider (LHC).  El LHC es el acelerador de partículas más grande y poderoso del mundo, y se encuentra ubicado en las instalaciones del CERN, en Ginebra.  Específicamente, este super avanzado aparato se yace dentro de un túnel de 27 kilómetros de circunferencia, y que alcanza los 175 metros de profundidad, debajo de la frontera franco-suiza.  Su sincrotón es capaz de colisionar chorros de partículas opuestas hasta generar energías kinéticas de hasta 14 TeV (Teraelectronvoltios); es decir, energías micromoleculares muy superiores a las inherentes a la partícula del Bosón de Higgs.  Como en todo acelerador de partículas, éste dirige y acelera los chorros opuestos de protones o neutrones (cual sea el caso) a través de imanes que crean un túnel electromagnético muy preciso, dentro de un tubo de vacío. 

El punto es que este Large Hadron Collider ha estado trabajando durante varios años, las 24 horas al día, para el beneficio y bajo la observación de cientos de científicos dedicados a la busqueda de esta partícula.  Lo interesante de todo esto es que estamos hablando de conceptos que tienen raices y también connotaciones éticas muy profundas.  La búsqueda y el estudio de esta partícula que es inherente al estado físico-molecular o energético de la materia, comenzó con la Teoría de la Relatividad, formulada por Albert Einstein, que habla de las magnitudes y dimensiones físicas, y establece su relación co-existencial con la energía a través de su postulado principal, que se reduce a la fórmula: E = mc²   El Bosón de Higgs viene a ser el eslabón perdido en torno a la creación de la materia.  Es lo que le da masa a la materia y cohesión al universo.  Por ello, el físico laureado Leon Lederman le dió el sobrenombre de "Partícula de Dios" al publicar su libro "The God Particle". 

Bosón de Higgs o no, si lo es, esto sería apenas la punta de un inmenso témpano.  Una puerta abierta hacia un enorme campo de estudio sobre la creación de la materia, y la transformación de ésta en energía y viceversa.