BAZAAR |
Etcétera Blog Panamá ha decidido continuar
probando los demás restaurantes que ofrece el Hard Rock Hotel Panamá Megápolis.
En esta ocasión, era un viernes en la noche y decidimos visitar Bazaar.
Se trata de un gran comedor con un ambiente
mucho más versátil que los dos restaurantes que hemos visitado hasta
ahora. Eramos sólamente Concepción y yo, pero Bazar es propicio para
cenas familiares. Se puede decir entonces que el concepto de Bazaar es
restaurante familiar -all you can eat-
estilo bufet.
El costo por persona es muy razonable,
sobre todo tomando en cuenta la inmensa variedad de diferentes platos. Este
hermoso restaurante tiene una capacidad total para atender a 310 personas,
tanto en puestos como en servicio atento. Concepción y yo fuimos al bufet
de cena; no obstante, el Gerente de Bazaar se enorgullece mucho de su servicio
de desayuno y de almuerzo, que sirven de lunes a sábado, y por supuesto, de su
gran Brunch Dominical "que ofrece una banda de música en vivo", nos
comentó el Gerente con genuina motivación y entusiasmo.
Como siempre, mi esposa yo iniciamos
nuestro ritual de cena echándole un vistazo a la Carta de Vinos. Ésta es
muy parecida a la de Tauro y a la de Soy, pero una lista más amistosa y
descomplicada, con mayor oferta de vinos rosados que las cartas
anteriores. El asunto se puso mucho más interesante cuando nos ofrecieron
la Carta de licores y cocteles. Sabemos muy bien que Hard Rock Hotel es
afamado por su excelente mixología.
En licores, la lista de Vodkas es muy
interesante, comenzando con renombrado Ketel One, el Vodka Belvedere, seis
sabores del Absolut, y el oneroso Stolichnaya Elit; son trece diferentes Vodkas
en la lista. En renglón aparte, el licor parisién Nuvo; luego la lista de
Tequilas. Son diez ofertas de Tequilas, entre blancos, reposados, añejos,
y el fascinante Patrón Café. Luego siguen los licores; unas 25 opciones
en la lista. Luego la lista de 20 rones, que incluyen los panameños,
colombianos, puertoriqueños, jamaiquinos, y tres Zacapa Centenario, incluyendo
el muy suntuoso X.O. Cuatro ginebras, cinco brandys (y cognac), y 29
whiskeys completan esta interesante lista. El asunto continúa; al menos
31 opciones diversas confirman la lista de cocteles, entre Mojitos, Caipiriñas,
Martinis, Margaritas, y otros. Finalmente, las cervezas.
Sangría |
Nuestra elección de bebida fue muy
sencilla, deliciosa y refrescante. A nuestra mesa llegó una gran jarra de
sangría junto con dos copas preparadas con hielo, cubitos de manzana verde y
cerezas maraschino. Señoras y señores, comenzó la diversión.
Concepción y yo nos dirigimos a la gran
mesa de ensaladas. En verdad, nunca había visto tantas posibilidades en
un salad bar. Tomates de varios tipos, aceitunas varias, chips de zanahorias, apio, garbanzos,
tiras de pimentón de los tres colores, lechugas de varias clases, crutones, ceviche
fresco de corvina y ceviches variados, cebolla morada, cebolla blanca, brocoli,
diversas ensaladas de pasta, turnips (nabo), habichuelas, ají jalapeño, pepino,
pixbae, limas, guandú cocido, guisantes, al menos cuatro deliciosos aderezos
diferentes, escabeche de pescado apanado, en fin, todo lo imaginablemente
necesario para armar un nutrido plato de crudités
y ensaladas. En mesa aparte está la
estación de panes, con al menos 10 tipos de panes diferentes, acompañables de
mantequilla danesa, o queso crema Philadelphia.
Elegante isla de ensaladas |
El bufet ofrece
varias opciones de segundo plato, o plato intermedio, antes de llegar al plato
pricipal. Al extremo lateral izquierdo
del salón se puede encontrar un surtido deli y estación de emparedados y
sopas. Todo va variando. Al momento en que pasé por ahí, observé
porciones de Club Sandwich y los
anillos de cebolla más hermosos y apetitosos que he visto. Más tarde vi grilled ham & cheese sandwich y nuggets de pollo. En sopas
había la opción de sancocho o crema de brocolí con queso cheddar. Contiguo a esta estación, y donde comienza el bufet
principal, toda una sección de cold cuts
con varios tipos de salamis y otros embutidos, más hermoso aun... quesos!! Azul, Provolone, Mozzarella, Colby, Pepperjack, Monterey Jack, Edam, etcétera,
más varios aderezos exóticos, como grapeseed
oil (aceite de pasitas), frutas deshidratadas (piña, arándanos, pasitas), y
nueces. Pasada la isla de ensaladas,
otra isla repleta de todo tipo de emparedados preparados en diferentes panes.
Ensaladas! |
Emparedados, sushi, y otros entremeses |
Tomamos un plato
grande cada uno, e iniciamos nuevamente nuestro desfile ante las vistosas
ofertas de Bazaar. Al extremo lejano
derecho está la estación de asados (carvings).
Belleza! Todo lo de este extremo viene de la parrilla, la plancha o el
horno. El amable servicio te atiende
para cortar delante de tus ojos las carnes de pernil, pavo, jamón, o res. En torno a estas jugosas opciones encontrarás
acompañantes que completarán tu plato de parrilla; cortes de frutas tropicales
y vegetales, todos calientitos y recien salidos del asador; también cous-cous
con frutas, arroz hawaiiano, y salsas exóticas, como el relish de mango, la salsa de naranja, el relish de papaya, además de steak
sauce, mostaza dijón, aceite de oliva, y pimienta negra en grano para
moler.
Para
complementar más tu plato principal, visita el largo bufet del medio, que
ofrece puré rústico, medallones de cerdo en salsa de pimienta, pescado en salsa de vino blanco, pastas, arroces,
y una de mis guarniciones favoritas de este mundo: plátano en tentación.
Si no te
apetecen las carnes, o simplemente deseas sacar más provecho del bazar de
tentaciones, cerca del deli puedes encontrar la estación de pastas. Ofrecen pastas cortas y largas de primera
calidad, cocidas ante tus ojos, y vestidas con tu elección entre múltiples
opciones de salsas. Al ladito, en la
mesa de quesos, encuentras todo el parmesano del mundo.
Del asador al plato |
La excelente parrilla de Bazaar |
Tarta de coco, nueces y bayas silvestres |
Fuente de chocolate blanco para brochetas |
Degustamos, mi
esposa y yo, cada uno su plato principal, servido al gusto preciso de cada
quien, mientras la sangría parecía nunca acabar, y los minutos de deleite se
hacían horas. Cuando el mesero amable
retiraba nuestros platos vacíos, Concha y yo conversabamos con los ojos y sin
hablar, nos visitó nuevamente el Gerente.
"¿Se les ofrece té, café o un digestivo?". Concha y yo sonreímos, y declinamos la oferta
muy tímidamente. Son tres los
restaurantes de Hard Rock Hotel Panamá Megápolis que hemos visitado hasta
ahora, y son tres las veces que he rechazado la tentadora oferta de simplemente
sentarme a disfrutar un licor digestivo después de la cena. Esa noción me hace desear regresar.
¡Era la hora del
postre! Hay que ponderar el hecho de que
la mesa de postres siempre está surtida de delicadas y dulces creaciones, todas
frescas y artesanales, cual pequeñas obras de arte. Porciones personales de pastel de pacanas,
pastel de limón, brownies, dulce de queso, bizcocho con coco y bayas del campo,
y otras tartas, incluyendo una opción de bizcochuelo muy ligero y relleno,
preparado con Splenda, para los
diabéticos. Concepción se dedicó a
servirse de la fuente eterna de chocolate blanco, rodeada de diferentes
opciones para embrochetar y sumergir: malvas, fresas, galletas óreo, etc.
Esa fue nuestra
tercera experiencia de cena en este hermoso hotel de la Ciudad de Panamá; como
siempre, atendido con mucho respeto, cariño y dedicación profesional. Todas sus presentaciones culinarias son de
primera calidad. Esto es Bazaar. Lo disfrutamos mucho ¿Que si lo recomendamos? ¡Absoluta y ampliamente
sí!
Mi esposa, Concepción Amaya, junto al Gerente de Bazaar |
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