jueves, 5 de mayo de 2011

Apreciando la naturaleza y las grandes hazañas

A todos nuestros queridos amigos que se toman el tiempo para visitar este blog, los hemos tenido un poco abandonados, pero es que nos ha sido imposible mantener la comunicación vía internet.

Y es que emprendimos un viaje al estilo de Cristóbal Colón, pero desde América hacia Europa. Un crucero trasatlántico que ha sido espectacular; el clima y el mar no han podido ser más generosos.

Les quiero contar muchas cosas sobre este gran viaje, pero para eso ya habrá tiempo, por ahora les cuento sobre:

La ruta:
Salimos del puerto de Colón en Panamá, pasamos un día en el mar y luego llegamos a Willemstad, en la hermosa isla de Curaçao. Ese día fue soleado y bastante caluroso, pero muy agradable porque como siempre esta isla no nos defrauda, esta llena de gente alegre y amable, por lo que la mayoría de las personas aprovechan para hacer sus compras ya que tienen precios muy competitivos. Salimos de la pintoresca Curaçao y pasamos otro día en alta mar, para llegar el día 4 a la isla de Barbados, una isla con mucha historia, el día que la visitamos se celebraba el día de los héroes de guerra, por lo que era feriado nacional, pero aún así logramos visitar los alrededores, no solo nosotros sino 3 cruceros más que llegaron el mismo día.

Al despedirnos de Barbados nos preparamos para la mejor parte del viajes, 6 días seguidos en alta mar, antes de llegar a Islas Canarias…

El clima:
Como les conté en Curacao estaba bastante caluroso, en Barbados bastante húmedo, los días en el mar fueron evolucionando acorde a la ruta, conforme nos aproximábamos a Europa en dirección noreste la temperatura fue descendiendo poco a poco, así como nuestros relojes debían ser ajustados 1 hora hacia delante cada día para alcanzar el mismo horario que España.

Hoy, mientras les escribo estamos aún en alta mar a 24 horas de llegar a el puerto de Santa Cruz de Tenerife y la brisa del mar nos deja una temperatura de 22 grados Centígrados.

El mar y la naturaleza:
El mar ha estado espectacular, en pocas ocasiones se ha sentido el movimiento fuerte, nadie de las personas con quienes he hablado se ha enfermado, cada día podemos apreciar la inmensidad del mar, el hermoso cielo y como ambos cambian sus colores a medida que viajamos y avanza el día. El destello de colores al atardecer es un espectáculo por si solo, sobre todo estos últimos días en que 9:00p.m. es apenas el atardecer.

Ayer en la tarde, en el Atlántico a 48 horas de Tenerife (es todo lo que puedo decir porque no se nuestras coordenadas exactas) Dios nos hizo un regalo hermoso, como todos los días después de cenar nos dirigimos al anfiteatro a disfrutar del show que nos presentan, al salir del teatro a eso de las 9:00p.m. nos dimos cuenta de los colores hermosos que pintaban el cielo y el mar, por lo que creo que en su mayoría todos los pasajeros salimos a la cubierta para admirar esa maravilla, la brisa era fría pero agradable, el mar estaba más suave que la tarde anterior y de repente vimos los delfines jugando con las olas que se producían por el pasar del barco.

La sensación fue indescriptible, poder ver estas hermosas criaturas disfrutar de su libertad, yo he visto delfines en Sea World, Atlantis, y muchos otros shows hermosos, pero nada se compara a poder verlos en su hábitat, siendo libres, fuera del “circo” y en la inmensidad del mar.

Las grandes hazañas:
He pensado mucho en Cristóbal Colón y todos los demás que en su época intentaron navegar los grandes océanos. Técnicamente hablando, esta es la ruta aproximada que siguió Colón cuando pretendía llegar a la India y que lo llevó a descubrir América. No me puedo imaginar aquella hazaña, en barcos de vela, inestables, en una época del año en que el mar es más inestable que ahora (abril-mayo) y quien sabe mucho más, no nos olvidemos del cambio climático. Cristóbal Colón no venía rodeado de marinos expertos ni grandes exploradores, venia con los delincuentes condenados a muerte a quienes no les quedaba más que llegar y salvarse o morir en el intento. Ni se diga que en esa época no había comunicación satelital, GPS, ni nana.

Grande Colón! Buen trabajo.

Espero poder publicar esta nota desde el puerto de Santa Cruz en Tenerife, ya que por el trayecto que llevamos no contamos con Internet en el barco.

Saludos desde el Océano Atlántico!

1 comentario:

  1. Hola. Felicidades, buen post. Por casualidad no has visto al sobrino del diputado Afú en Tenerife? Jajaja...es broma. Me alegra que hayas visto el cielo azul en su esplendor y los delfines jugando con las olas artificiales del crucero. Ojalá otros tengan esa oportunidad de admirar la belleza de la naturaleza, el mar limpio y su cielo azul, ya que los países industrializados nos lo destruye, luego dicen que es responsabilidad de países tercer mundistas. Y no están lejos de la realidad eh?, porque hemos visto cómo personas inescruspulosas lanzan botellas de plásticos al mar, los ríos, etc. Entonces, que nos dejen de vender esos productos y hagamos limonada o chicha de naranja al natural. Saludos y cuidemos el ambiente medio, para que la gente tenga la oportunidad de ver la belleza de la naturaleza en su esplendor.

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