lunes, 8 de agosto de 2011

SERIES - Virtudes y Valores - Atletismo



¿Eres una persona atlética? Si no lo eres, no te sientas intimidad@ por este artículo. Nunca es tarde para comenzar a darle la vuelta a esto.

La palabra ‘Atletismo’ posee varios significados. Atletismo es un deporte, muy bonito por cierto, que comprende una serie de disciplinas que se agrupan en: carreras, saltos, lanzamientos, pruebas combinadas, y marcha. Es uno de los deportes más antiguos en civilización moderna, y su filosofía y nombre proviene de la antigua Grecia (athlos = lucha). Su filosofía se basa en superar el rendimiento de los adversarios en velocidad o en resistencia; en distancia o en altura.

Ahora veamoslo bajo el punto de vista psicológico. El atleta y la persona atlética se someten a duros periodos de entrenamiento físico, lo que en psicología se conoce como “estrés positivo”. El esfuerzo para nada es enteramente físico; los atletas lo saben muy bien. Es un esfuerzo físico apoyado de manera fundamental en la concentración, la motivación, el deseo propio, y el buen desarrollo psicológico. El atleta es una persona “integra” física, moral, psicológica, emocional, y espiritualmente.

Pero ¿Quienes deciden ser atléticos y quienes no? Opino que existe cierto grado de “vocación”, o cuasi-vocación para decidir ser atleta, dado que el desarrollo y el desempeño de estas actividades requieren de una inmensa cuota de sacrificio, y de la inversión amplia y generosa del valor tiempo. Se invierte la vida, y por este factor vocacional (que algunos poseen y otros no) es que el atletismo es... una virtud.

Muy parecida a la musicalidad como virtud, descrita en esta Serie, algunos la poseen en mayor o menor proporción, pero lo importante es tenerla, no importa cuanto. Igual que otras virtudes también ya examinadas aquí, ésta incide en el orden y la salud mental y psicológica del individuo; y además con el inmenso valor añadido de que, comprobado científicamente, contribuye enormemente en la salud física, en el buen funcionamiento y el aletardamiento del proceso de envejecimiento de varios órganos vitales, como lo son el cerebro, el corazón y su preciso sistema vascular, y todo el sistema circulatorio (entre otros, pulmones, hígado, riñones, piel, etc).

Psicológicamente, el atletismo también favorece la autoestima, y en muchos casos el atleta posee cierto grado o factor de vanidad (que puede derivar en narcicismo), dado que la actividad física en grado atlético impacta positivamente en la buena imagen y la belleza física de uno. Suele ser más atractivo un hombre o una mujer que es atleta, que un@ que no lo es; asi como un hombre o una mujer inteligente y poseedor de otras virtudes. Luego, el ejercicio físico intenso, y más si va acompañado del factor competitivo, ocasiona la liberación de la hormona adrenalina por parte de las glándulas suprarrenales. Luego la glándula pituitaria y el hipotálamo generan enzimas cerebrales llamadas endorfinas, con el propósito de balancear el estrés y afinar la función neurotransmisora, y estas endorfinas nos brindan tres efectos colaterales: sensación de bienestar y actitud positiva, apoyo positivo al sistema inmunológico, y retardación momentánea del envejecimiento natural. Estos efectos contribuyen a su vez favorablemente hacia las otras virtudes del ser humano. Increíble, ¿no? Es un sentimiento sin igual lo que se experimenta al vencer el obstáculo, alcanzar la meta, mejorar nuestras propias marcas y habilidades, y experimentar la superación ¡Cultivemos todos esta formidable inclinación y virtud!


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