sábado, 16 de junio de 2012

SERIES - Virtudes y Valores - Paternidad



Tradicionalmente y a lo largo del tiempo, muchos científicos han relacionado el comportamiento masculino con la testosterona; ésto muchas veces interpretado  bajo un contexto negativo.  El macho humano, igual que los de otras especies animales, se ve impulsado a buscar pareja, tener sexo y competir son sus símiles; todo por la influencia bioquímica de esta hormona.  Es la hormona responsable de que el hombre se comporte "como un hombre", en el más negativo de los significados.  Al hallarse en concentraciones altas en el organismo del hombre, éste actua de forma violenta; sobre todo ante sus congéneres.

Tras años de estudio en el campo de la endocrinología y la psicología, hoy en día está claro que en el comportamiento masculino también existe la ternura, la sensibilidad, y el afecto paterno-filial.  Recientes avances en el campo de la psicobiología han demostrado que los hombres también cuentan con un instinto paternal, muy parecido al instinto maternal femenino.  Curiosamente, la testosterona tiene mucho que ver con la manifestación de este instinto.

Sin embargo, la testosterona no es la única hormona que propicia la paternidad feliz.  Toda una gama de sustancias tienen que ver con que el varón no sólo tenga deseos de aparearse, sino además anhele hacerse cargo de su decendencia, cuidarla y mantenerla, y que todo esto genere en él una cascada de emociones y sensaciones positivas tan naturales y genuinas como las de la madre.  Una de esas sustancias se llama estradiol.

Estradiol es un tipo de estrógeno, que acorde con estudios publicados por la revista Mayo Clinic Proceedings, se encuentra en los hombres, a niveles más elevados en aquellos que están por ser papás.  Esto causa cierta disminución en los niveles de testosterona.  Se ha observado cambios hormonales en varones cuyas parejas están embarazadas, y estos cambios se activan simultáneamente con los de la mujer gestante.  En algunos casos extremos, estos pueden llegar a producir síntomas físicos como náuseas y aumento de peso.  En realidad es un fenómeno más curioso de lo que parece.  Estradiol es una sustancia que se ha observado por tener más que ver en el comportamiento maternal, no sólo de las mujeres, sino de los primates (no humanos) y de otros mamíferos.  Sin embargo, en el macho animal no se ha registrado cambio hormonal durante el periodo de gestación; sólo en el hombre.  ¿Será que la naturaleza está intentando preparar al hombre para que sea un buen padre?

Los glucocorticoides, hormonas de la familia del cortisol, descienden considerablemente cuando el hombre sabe que va a ser papá.  El hombre próximo a ser padre también experimenta un aumento en la hormona prolactina; aquella responsable por la capacidad de amamantar en las mujeres y en las hembras de muchos mamíferos.  Estos cambios son mucho más observables en hombres que pertenecen a una relación estable de pareja, y que gozan de ese refuerzo social y familiar; mucho menos apreciables en personas que viven solas o en parejas inestables.

Todos estos cambios fisiológicos, antes de que empecemos a sacar conclusiones equivocadas, nos importan es en la coducta del hombre hacia su familia; hacia su desempeño como padre; en su pertenencia química y físicamente homogénea y perfecta hacia su mujer y su insustituible núcleo familiar.  He ahí la belleza del múndo biológico y su compaginación con el importantísimo desempeño social dentro de la célula que compone a la sociedad, y luego a la humanidad.

Luego este instinto paternal primal se convierte en la virtud de la paternidad, gracias a influencias religiosas, espirituales y sociales.  El padre se comunica con su bebé durante el embarazo, hablándole y acariciando la panza de su mujer; participa en los cursos de preparación para el parto; luego presencia el parto, ayudando a su mujer en su labor de parir, y acaricia y besa a su bebé tan pronto nace.  Está científicamente comprobado que si el hombre participa en todas estas etapas se sentirá más maduro, fuerte y entregado, convirtiéndose en un ser afectuoso, cálido y tan protector como la madre.  De esta manera la paternidad será algo sumamente grato, y no una carga u obligación.  Son experiencias que van acorde a la oportunidad de crecer y expandirse como personas, en su edad y en su momento.

Pero luego viene la interacción con ese nuevo ser; nuevo en todo sentido, dado que la figura física, intelectual, emocional y presencial de esa nueva personita es inimaginable.  Luego, escuchese bien: ese nuevo ser va, y empieza a crecer mucho más rápido de lo que nosotros podemos crecer en ese momento.  Es algo muy  fascinante.  Si eso logra captar la atención y los sentimientos del padre, es algo que ejercita y alimenta enormemente a la virtud paternal, y por ende otorga una inmensa importancia y relevancia a la institución familiar.  El niño o la niña se convierte en la prioridad numero uno en la vida del padre.  Uno no ve la hora de salir del trabajo para poder llegar a casa y estar con su nuev@ hij@.  Si hay otros hermanos, es formidable observar el efecto de este nuevo individuo dentro de sus vidas.  Luegos los abuelos.  La conducta y reacción del abuelo varón es un reflejo y residuo de su propia paternidad, pero proyectado dentro de su realidad como abuelo, y su etapa cronológica y biológica personal.  Son reflejos valiosos y hermosos.

El bebé varón establece una relación de seguridad y protección muy importante con su madre, asi como la bebé mujer busca lo similar en el padre; mas sin embargo, el niño aprende a ser hombre observando a su padre (no a su madre), y la niña aprende las formas (correctas) de la mujer observando e imitando las maneras de su mamá. 

Deseo que Dios bendiga y fortalezca ampliamente la virtud de la paternidad en los hombres, para el beneficio de la humanidad, asi como ejemplifica y señala con su dedo divino al indispensable y sagrado ejercicio materno.  La paternidad trasciende razas, épocas, culturas, y situaciones geográficas, políticas y económicas.  Apoyemos, abracemos, desiemos, busquemos, y enseñemos la paternidad, sus costumbres y su virtud.  El mundo lo necesita.  Despreciemos y desestimemos a todo aquel que la menoscabe, la disminuya, o busque anularla.  ¡Feliz día del padre!


"La paternidad trasciende momentos y épocas. Es imperecedera e incondicional"  ..  Capt M

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