Muchos de nosotros conocemos a algún familiar o amigo
que, al casarse, comenzaron su vida conyugal con algunas deudas. Claro que no
siempre es posible desligarse de todos los compromisos previos a dar el “SÍ”,
pero lo mínimo a lo que podemos aspirar para comenzar una vida de a dos es a
lograr control
y disciplina, que servirán para siempre, por lo que Sofía Macías, Consultora Financiera del Programa
Consumo Inteligente de MasterCard, nos ofrece
consejos para evitar las deudas después de la boda.
Durante el enamoramiento, época relajada y tranquila,
la pareja comienza a darse cuenta que la relación se torna cada día más seria.
En ese momento es importante comenzar a definir y a discutir los objetivos y
prioridades de cada uno.
Por ejemplo: al comienzo es importante que la pareja
invierta en estudios y en una formación sólida, capaz de garantizar
–si fuese posible- una posición destacada dentro del mercado laboral.
Noviazgo:
el primer gran paso
Es necesario elaborar nuevos planes, ya que la
realidad de un matrimonio es totalmente diferente de la vida de solteros.
Nuevas responsabilidades y desafíos surgirán a cada momento y es importante
mantener la disciplina y un control rígido de las finanzas. Si es cierto que el amor no acaba tan
fácilmente, no podemos decir lo mismo del dinero.
Desde el comienzo es importante que las decisiones
financieras sean tomadas en pareja. Los dos necesitan saber cuánto cuesta y
cómo se hará el pago. Es importante que los límites sean establecidos y
conocidos por los dos. Planificar la boda con serenidad y los pies sobre la
tierra será toda una prueba a superar.
La primera casa: ¿alquilar o
comprar?
Otra cuestión que surge y no puede ser aplazada es la decisión de comprar o alquilar la casa donde vivirán luego del casamiento. Es muy importante resolver esto desde el comienzo y actuar con inteligencia financiera. Comprometer una gran parte de los ingresos con un financiamiento de larguísimo plazo puede ser complicado para algunos, especialmente si todavía no hay seguridad sobre el lugar donde vivirán, durante cuánto tiempo, etc.
Alquilar e invertir la diferencia entre el valor del
alquiler y el valor de una cuota de financiación puede ser una salida
inteligente hasta que los días pasen y la familia tenga la certeza sobre dónde
vivirán.
La decisión necesita ser tomada en pareja. La cuestión financiera es un capítulo
interesante y muchas parejas optan por tener vidas financieras separadas. Cuando vemos parejas en dificultades
financieras, el primer síntoma que surge es que no existe un compromiso mutuo. Mientras uno se preocupa en ahorrar, el otro
–muchas veces- compra sin preguntar si este gasto irá a comprometer las deudas del
hogar.
Juntar los calcetines y las
responsabilidades
Cuidado. Es importante respetar la forma con la que cada uno lidia con el dinero, pero es imprescindible mantener la comunicación familiar. Es importante que existan objetivos comunes para que toda la casa esté en la misma sintonía.
Cuando llegan los hijos, otros gastos y necesidades
formarán parte de la economía familiar. El
tiempo pasa rápido y las elecciones hechas al comienzo de la relación, el
noviazgo y los primeros años de matrimonio pueden traer la tranquilidad
necesaria para que la familia disfrute de ese momento con mucho amor y
esperanza. Es preciso planificar.
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