El famoso refrán
de que “todo tiempo pasado fue mejor” parece aplicar a la perfección con las
conclusiones de un estudio global de niñez realizado recientemente a más de 7
mil padres en 20 países del mundo.
La
investigación global, realizada por la firma Ipsos Public Affairs para la marca
Oreo, con motivo de su centenario, indica que, desde China a Polonia y Portugal
a Costa Rica, el espíritu de la niñez podría estar en peligro. Según el estudio,
7 de 10 padres a nivel mundial dicen que los niños deberían tener más tiempo
para simplemente “ser niños”, pero aparentemente no es así debido a las
presiones diarias y el exceso de actividades en el día a día. Esos padres señalaron
que dedican muy poco tiempo para estar con sus hijos y que pasaban más tiempo
con sus familias cuando ellos estaban niños, que lo que invierten actualmente
ellos con sus hijos.
Para 4 de
cada 10 padres, es más fácil coordinar una reunión de trabajo que sacar tiempo
para estar con sus hijos y mucho más usual comunicarse con ellos a través de la
tecnología, que de forma personal. La distancia y las presiones no solo afectan
a los niños sino también a los adultos. De hecho, la mayoría de los padres que
participaron del estudio indicaron que no se divierten a diario (59%) ni experimentan sentimientos de deleite
que sentían cuando eran niños (66%).
Conocer
estos fenómenos, entender las percepciones y preocupaciones de los padres así
como compartir ideas de cómo recuperar el tiempo con sus hijos y la esencia de
la niñez, son algunas de las razones por las cuales, de cara a la celebración
de sus 100 años, Oreo patrocinó el “Informe Global del Espíritu de la Niñez”.
Para
dar a conocer los resultados de ese estudio, así como las recomendaciones para
mantener la esencia infantil y aprovechar más el tiempo con los hijos, María
Luz Gutiérrez, especialista en Derechos Humanos de la Niñez y la Adolescencia,
quien llevará a cabo una gira en los principales medios de toda Centroamérica,
Panamá y República Dominicana.
Para la especialista, “tanto los niños
como los padres seguimos teniendo la necesidad de volver a experimentar
sentimientos de despreocupación propios de la infancia y de pasar más momentos
de diversión juntos. El mundo moderno con sus presiones puede habernos alejado
de ese objetivo pero la buena noticia es que aún estamos a tiempo de tomar
medidas para seguir cultivando ese espacio tan importante entre padres e hijos”.
“Algunos padres creen que si han
pasado una hora de tiempo ‘de calidad’ con sus niñas y niños, ya es suficiente.
Lo que no tomamos en cuenta es que, normalmente, esta hora se pasa haciendo
algo agradable: mirar la televisión, salir a comer algo, ir a mirar una película
y esto suena a ‘compensación’, lo que puede causar un efecto negativo. Cuando
hablamos de calidad, debemos entenderla desde el impacto que genera esa relación
que creamos con los hijos, a través del aprendizaje, el diálogo, la
convivencia, el placer, que favorece el crecimiento personal de las personas
involucradas”, señala Gutiérrez.
“Gracias
al estudio y a la cercanía con nuestros consumidores sabemos que todos tenemos
ese anhelo de liberar el niño que
llevamos dentro y de tener mayores oportunidades de compartir momentos
simples y puros de deleite infantil con nuestros seres queridos. Nos preocupa el riesgo de que se pierda la esencia
infantil ante las presiones de un mundo cada vez más adulto y se reduzca
la cantidad de momentos divertidos
y de calidad para compartir con los hijos. Divertirse en familia es más importante que
cualquier cosa y para
Oreo es un honor poder contribuir a que esto sea así”, señaló Daniel Carr, Gerente regional de marca de Kraft
Foods.
La
famosa galleta Oreo, nació el 6 de marzo de 1912 en Manhattan, Nueva York. Hoy, cien años más tarde, es la más vendida del mundo en sus
distintas variedades, con una facturación anual de 1.500 millones de dólares y
está presente en más de un centenar de países de los cinco continentes. Desde
ese día en que dos galletas de
chocolate se juntaron con un delicioso relleno sabor a vainilla, la galleta favorita del mundo ha tenido
como misión mantener vivo el espíritu
infantil y celebrar el niño que todos llevamos dentro.
Varias
generaciones de panameños han crecido con la tradición de compartir momentos de
unión familiar con el famoso ritual de Oreo: separar sus crujientes tapitas de
chocolate, para saborear la crema que las une y luego sumergir la galleta en un
vaso de leche fría. Este divertido
ritual ha sido adoptado por diferentes culturas, conservando la magia y espíritu
infantil a cualquier edad.
Este
año de celebración, Oreo se
conectará con las familias a través de la red social Facebook, donde su página
cuenta con una comunidad virtual de más de 25 millones de personas de todo el
mundo. Los consumidores podrán disfrutar una edición conmemorativa de galleta
con sabor a pastel. Simultáneamente saldrá una nueva campaña publicitaria, que continuará construyendo
sobre los momentos mágicos entre padres e hijos.
Para
conocer más sobre esta celebración alrededor del mundo que se extenderá durante
todo el año, disfrutar divertidos juegos, se pueden visitar: Oreo.com o Facebook.com/Oreo
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