¿Mimetismo
estratégico e inteligente?
Adaptabilidad es la capacidad de acomodarse o ajustarse a una cosa o
circumstancia, y es una virtud importante. Es menos común de lo que uno piensa y requiere de disciplina
mental y emocional.
La
adaptación es una nueva conceptualización de la inteligencia, quien se adapta
mejor y en menor tiempo posee un mayor nivel de inteligencia. Actualmente la
inteligencia no se mide por una de sus funciones: la memoria, ni por el
coeficiente intelectual, sino por la adaptación al medio, lo que requiere un
cambio y un aprendizaje. (Iris Oldano)
La
adaptación es un proceso que comienza en la mente con la idealización. Las personas adaptables no le temen al
cambio (o controlan muy bien el rechazo y el temor al cambio), y buscan de
manera positiva y estratégica la forma de adaptarse, y adoptar los cambios que
son necesarios. Está comprobado
que las personas adaptables poseen una una visión muy positiva de las vivencias
y las circumstancias inherentes a la vida cotidiana, y en general, son personas
más felices. Son personas
creyentes en el axioma que dice: “donde hay voluntad, hay una forma”.
Veamoslo
en el campo laboral. Hay ciertas
profesiones que requieren que el profesional tenga esta habilidad. Astronauta es difinitivamente una de éstas. El astronauta debe poseer recursos,
inventiva, ingenio, iniciativa y cálculo.
La pregunta es: ¿Tiene ese astronauta la habilidad para someterse a los
cambios visualizados con sus propios recursos? Recordemos que la adaptabilidad requiere y conlleva
disciplina. Muchos astronautas
tienen un antecedente militar, de donde traen esta disciplina y esta habilidad
de adaptarse a los cambios. Eso
explica también por qué en los Estados Unidos, muchos militares, al retirarse
del servicio militar, les es tan fácil obtener un buen empleo. Los especialistas en recursos humanos
muchas veces buscan, sin ni siquiera mencionarlo, el factor adaptabilidad en
sus candidatos. Quienes poseen
esta habilidad a nivel de virtud (como los astronautas) alcanzan la gerencia más
alta de la empresa.
En
perspectiva, se presume que los dinosaurios se extinguieron de la faz de la
tierra por su inhabilidad para adaptarse.
Es fácil de observar, entonces, que la adaptabilidad es un herramienta
vitalmente útil para la supervivencia.
Aplica a los astronautas de la misma manera que aplica a las grandes
empresas en un mundo que es rápidamente cambiante. Las que no se adaptan, y no
adoptan el cambio de manera proactiva y nivelante, perecen.
Los
componentes importantes de la adaptabilidad son: NUMERO 1: aceptar, comprender
y manejar el CAMBIO. Luego,
adoptar como forma de vida una visión y una actitud perennemente positiva. Querer es poder. Donde hay voluntad hay una forma; y esa
forma; esas respuestas a las interrogantes se encuentran en nuestro
horizonte. Si no están a nuestro
alcance, hay que salir a buscarlas.
Si hay que convencer a otros colaboradores, hay que hacer uso de la
habilidad de la persuasión, o delegar sobre quienes la poseen. La persona adaptable es muy conciente
de lo que tiene y de lo que no; de sus fortalezas y sus debilidades, y trabaja
con eso para optimizar la relación o la situación. Los cambios no se asumen a lo loco. Se hace un análisis de la situación
para entender mejor cómo sacar ventaja de los mismos. Se analizan los puntos fuertes y los débiles; las zonas
seguras y las inseguras. El análisis
debe incluir los pro y los contra, asi como todo apoyo y toda oposición. Es la actitud positiva y la experiencia
la que te guiará al navegar entre todas estas variables, hasta arribar a la
relación óptima entre cambio y adaptación. Lo más fácil ante este tipo de retos es simplemente decir
que no. Es también lo más
improductivo y lo más inseguro en ciertas situaciones. Digamos que no tener la habilidad para
cambiar, mejorar, crecer y adaptarse es, cuando menos, malo para la salud. Seamos adaptables y dinámicos ante el
cambio para poder tener competitividad en la vida.
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