Es la esencia y la belleza, y la expresión artística del cine independiente. Aunque no es cine extranjero (sino independiente), la película es filmada enteramente en Francia, y algunas partes de la película son en el idioma francés (entonces con subtítulos en inglés). Se trata de un drama romántico, de bajo presupuesto, producido por los hermanos Michael y Mark Polish (Polish Brothers Construction).
El trama comienza en la ciudad de París; y para añadir al aspecto sensorial del romance y el hermoso ambiente que va con él, el filme es creado, casi en su totalidad, en blanco y negro; en técnica cinematográfica que enaltece los tonos blancos y contrasta bellamente las sombras; muy buen trabajo ahí. El argumento aquí en realidad es muy sencillo: un fotógrafo americano, durante su faena artística en la Ciudad de las Luces, incidentalmente de re-encuentra con una antigua amante. Es en el desarrollo de esta tela donde se encuentra el arte de esta película.
En el papel de Sofía, Stana Katic, y el fotógrafo Yves, pulcramente escenificado por el propio Mark Polish, comienzan a tejer su trama en París, con gran encanto, y creciente y honesta pasión, todo adornado con los bellos escenarios de esa romántica ciudad. El idilio, que es escenificado muy finamente a todo lo largo de todo filme, deja como ilustración y mensaje único, el marco psicológico muy específico que existe dentro de una relación estrictamente de amantes, sin presiones sociales ni intereses; gobernada exclusivamente por la química que existe entre estos dos caracteres, y su más honesto y puro deseo de amar, explorar, sentir y experimentar con plena libertad e inteligencia, los placeres de sus encantos, iniciativas, impulsos, sabores, olores, y amor creativo. Esta sinergía extraordinaria los lleva en un bello e interesante tour a través de Francia, haciendo escena en lugares como Avignon, Mont St. Michel, St. Tropez, Nice, Marseille, Normandy, y Lyon, para terminar finalmente en París.
La película dura una hora y 27 minutos, y es unrated. En mi opinión, este filme es una obra de arte, única y mágica. Escenifica de manera muy fina y sensacional, argumentos muy verdaderos e interesantes sobre un aspecto muy importante de la condición humana: el amor. Uno de los momentos más hermosos de la película es cuando conjugan las bellas escenas con la canción “Love” de John Lennon.
Esta obra cinematográfica es meditativa, analizable, contemplativa, ampliamente sensorial y disfrutable, y lleva mi recomentación. Es Para Amantes Sólamente. Toda una historia de amor. Francia es el marco perfecto.
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